El festival a beneficio de la Academia Taurina Municipal tuvo muchos matices, interesantes y bellos, desde el homenaje a don Julio Díaz Torre, una institución viviente de la ciudad y de su tierra, así como la presencia de los niños que sueñan con ser toreros, que también aparecieron en el ruedo, para luego dar paso a un doble triunfo de dos toreros extranjeros que quieren abrirse camino en México: Jesús Enrique Colombo y Marco Pérez, que cortaron dos orejas cada uno y compartieron la puerta grande de la monumental, en el festival de calaveras.
La tarde no había discurrido como quizá todo mundo esperaba, debido a que los novillos, en su conjunto, no estaban dando el juego esperado, y tuvieron que pasar varios minutos hasta que cayera el triunfo, de manera rotunda por mediación del venezolano Colombo, quien estuvo muy asentado, torero y dispuesto, además de variado en los tres tercios de la lidia, prueba inequívoca del sitio que tienen luego de estar toreando tan seguido en varios países taurinos donde ha triunfado de manera reiterada.
Desde los lances de recibo con el capote, pasando por el rítmico quite por chicuelinas antiguas y las banderillas, se lució sin dejar nada en el tintero y ejecutó pasajes de buen toreo por el pitón derecho de un novillo cárdeno claro, casi ensabanado, del hierro de Santa Inés, al que le hizo distintos adornos y remates que gustaron mucho al público, como un desdeñoso recorte con el capote o los sentidos y largos pases de pecho.
La estocada que le recetó a ese cuarto de la tarde, fue la primera contundente del festejo, y así llegaron a sus manos dos orejas que paseó en medio del reconocimiento general del público, y la muestra de que es un torero a tomar en cuenta porque da espectáculo y tiene un concepto muy amplio de lo que es la escena, misma que domina con suma facilidad.
Cuando Marco Pérez anunció el regalo del octavo novillo, la gente lo tomó con mucho agrado, pues es evidente que siendo un torero tan nuevo, y la gran revelación de la tauromaquia de los últimos años, el aficionado está deseoso de verlo. Afortunadamente, el de regalo, de Santa Fe del Campo, tuvo un buen pitón derecho y Marco lo aprovechó en una faena que tuvo calado debido a que toreó con temple y largueza.
En ese mismo tenor de entrega había estado con el primero de su lote, del hierro de Puerto del Cielo, corrido en sexto lugar, con el que apenas pudo mostrar algunos detalles de su concepto del torero.
Sin embargo, lo mejor vendría en el de regalo, al que entendió de principio a fin e hizo una faena de entrega que culminó de un estocada eficaz, para cortar las primeras dos orejas como matador de toros en México en esta temporada a la que todavía le queda mucha cuerda, prácticamente hasta el año entrante, pues no hay que olvidar que tiene firmado un puñado de contratos, varios de ellos en plazas de importancia.
Román, que vino a sustituir a Borja Jiménez, también dejó un grato sabor de boca entre el público con un toro de San Isidro que tuvo calidad y fue a más, sobre todo cuando lo llevó sometido y con temple. De no haber estado errático con la espada, hubiese cortado más de algún trofeo.
El valenciano hizo las cosas bien y destacó en la faena al toro de regalo, de La Asunción, al que toreó en el inicio de la faena flexionando la pierna de salida en un original comienzo. Luego vinieron buenas series por el pitón derecho, pero su falta de finura con la espada le quitó la posibilidad de triunfar. A pesar de ello, Román dejó en alto su prestigio y justificó plenamente su incursión en este cartel.
Miguel Aguilar tuvo delante un novillo complicado, de la divisa de De la Mora, que no le puso las cosas fáciles, no obstante en una faena de porfiar y de tragarle en los muletazos para sacarle provecho, siendo el inicio de la faena lo de mayor relevancia y reciedumbre, pero aquello no alcanzó a tomar vuelo y abrevió.
El veterano Luis Fernando Sánchez estaba deseoso de volver a sentir el cariño del público, y la gente también quería verlo triunfar en esta plaza que tanto le dio a lo largo de su carrera profesional, la de un torero honrado, y una extraordinaria persona que hoy día es uno de los maestros de la academia taurina.
Aunque el novillo de Campo Real que le tocó en suerte sacó complicaciones, él se afanó en sacarle provecho, y en distintos momentos consiguió conectar con el público, gracias a un toreo largo y templado, así como los adornos que fueron del gusto de la gente. No estuvo bien con la espada, pero eso no impidió que la gente lo tratara con respeto y lo estuviera esperando en todo momento, con el recuerdo y la nostalgia de los años idos.
Emiliano Gamero enfrentó a un toro de Arellano Hermanos que fue incierto y fue cambiante a lo largo de la lidia, por momentos con buenas embestidas y en otros acudía un tanto cruzado. Destacaron las piruetas que realizó de manera reiterada, muy cerca de la cuna del toro, que fueron el momento culminante de una actuación en la que a veces no tuvo tanto tino con las banderillas, pero siempre haciendo gala de entrega y la doma que gusta al público.
Gamero mató de dos rejones y un golpe de descabello y fue ovacionado, luego de haber toreado con sus caballos pintados, como si de calaveras animales se tratase, en un gesto y detalle a la celebración de Día de Muertos, un hecho que habla bien de su pasión por México y sus tradiciones.
El día de mañana se espera con gusto la corrida de calaveras en la que actuarán Emilio de Justo, que viene de triunfar en Madrid, Diego Sánchez, que es un joven espada, hijo de Luis Fernando, triunfador en los últimos años, de manera convincente en esta plaza, y Arturo Gilio, que también aquí sabe ya lo que es salir a hombros. Lidiarán un encierro de Las Huertas del que se esperan cosas buenas.
Ficha Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Festival a beneficio de la Academia Taurina Municipal Alfonso Ramírez "El Calesero". Un tercio de entrada, en tarde agradable. Novillos de distintas ganaderías en el siguiente orden:
Arellano Hermanos (1o., rejones), indefinido;
Campo Real, complicado;
San Isidro, Santa Inés, De la Mora, Puerto del Cielo, La Asunción (7o., de regalo) y
Santa Fe del Campo (8o., de regalo)., de poco juego en general. Pesos: 506, 452, 462, 489, 492, 457, 450 y 450 kilos. El rejoneador
Emiliano Gamero: Ovación tras aviso.
Luis Fernando Sánchez: Ovación.
Román, que sustituía a
Borja Jiménez: Ovación y palmas en el de regalo.
Jesús Enrique Colombo: Dos orejas.
Miguel Aguilar: Palmas.
Marco Pérez: Palmas y dos orejas en el de regalo. Incidencias: Destacó en banderillas
Joel González "El Panita", y en varas
Guillermo Cobos, que picó muy bien al 8o. y fue ovacionado. Al finalizar la lidia del 3o., se rindió un emotivo homenaje al gran aficionado, don
Julio Díaz Torre, que fue empresario de esta plaza monumental durante los años de 1984 a 1986, con un patronato taurino en el que también estuvieron el doctor
Alfonso Pérez Romo y el matador
Eduardo Solórzano. Antes de romper filas en el paseíllo, se tocó el Himno Nacional.