Dura voltereta deja sin salida a hombros a Luque

Sábado, 11 Oct 2025    Zaragoza, España    Paco Aguado | Foto: ZT         
Cortó dos orejas y fue el triunfador de la corrida en Zaragoza
El torero de Gerena pasó a la enfermería, y de ahí a una clínica privada para someterse a estudios radiológicos, después de imponerse a un voluminoso, alto y desclasado ejemplar de Juan Pedro Domecq al que, aún mareado, acabó tumbando de una gran estocada que, con el público impresionado, le acabó valiendo dos orejas del mismo tono que la mayoría de lo que va del abono zaragozano.

Fue entonces cuando rompió a embestir algo mejor el de Juan Pedro Domecq y con ello también la faena, con un Luque que se recreó en las pausas plegando la muleta o haciendo oscilar el vuelo de un lado al otro del hocico del animal para sacarle naturales sin posible ligazón pero de mayor intensidad y gusto.

Insistiendo confiado en los adornos y los desplantes, y dando tiempo incluso a que sonara un aviso sin llegar a coger el estoque de acero, Luque se vio sorprendido por un súbito arreón del toro, que le volteó seca y duramente y le dejó visiblemente mermado.

Pero, aun sin chaquetilla y con sensación de mareo, aún volvió a ponerse delante para tumbarlo de esa contundente estocada que provocó la masiva petición y la holgada concesión de las dos orejas que le abrían la puerta grande que pudo atravesar.

Antes, solo Tristán Barroso había logrado pasear un no menos generoso trofeo de un tercero bajo de alzada al que faltó más empuje pero cuya clara nobleza manejó el joven espada con rapidez y una acomodada colocación en la pala del pitón en la mayoría de las ocasiones, hasta que el fulminante efecto de la estocada provocó otro excesivo corte de oreja.

Ya con el sexto, que manseó ostentosamente en los primeros tercios, Barroso puso el suficiente empeño para que, sujetando las huidas del animal, éste acabara tomando humillado y con recorrido la tela, que esta vez el matador movió con fibra e idéntica velocidad, calentando así a un festivo tendido que le hubiera vuelto a premiar de haber matado con más contundencia.

El resto de la corrida tuvo mucha menos historia, pues el mismo Luque no pasó de resolver, con simple oficio y guiños  efectistas, con un tercero noble y a menos, mientras que Alejandro Talavante pasaportó a dos toros muy manejables, y especialmente un cuarto de finísimas hechuras y apuntada calidad, con un descarado e indolente ventajismo, siempre en la periferia de la verdad.

Ficha
Zaragoza, España.- Séptimo festejo de abono de la Feria del Pilar. Lleno de "No hay billetes". Toros de Juan Pedro Domecq, muy desiguales de cuajo, caras y tipos y dispares también de juego, con varios manejables aun medidos de raza y de fuerzas, entre otros ejemplares rajados o desclasados. Alejandro Talavante (canela y oro): Silencio tras aviso y silencio. Daniel Luque (marengo y oro), que sustituía a Roca Rey: Ovación tras aviso y dos orejas tras dos avisos. Tristán Barroso (tórtola y plata): Oreja y ovación tras aviso. Incidencias: Sobresalió en banderillas Ángel Otero, que saludó saludó en el 1o.


Comparte la noticia