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Los Arturos levantan el ánimo

Domingo, 10 Sep 2017    Zacatecas, Zac    Juan Antonio de Labra | Enviado           
Arturo Saldívar realizó una faena importante al sexto de la tarde
La corrida discurría por el sendero del aburrimiento, debido al poco juego que estaban dando los toros de Valparaíso, y cuando salió el quinto, imagino que Arturo Macías pensó que no podía irse la gente así. De tal forma que apretó el acelerador a fondo hasta conseguir una valiosa oreja, idéntico trofeo al que obtuvo Arturo Saldívar del sexto. Entonces cambió el sino de la tarde.

Fue una pena que Ignacio Garibay no pudiera mostrarse con su lote, el peor de la corrida. A pesar de sus esfuerzos, el torero capitalino, que venía en sustitución de Sergio Flores, veía que el festejo se le iba en vanos intentos de agradar, primero con el violento primero y luego con el deslucido cuarto. Sin materia prima, es imposible. No le quedó más remedio que resolver la papeleta con madurez, aunque en su segundo se puso pesado con el acero. Ahora deberá esperar que en la corrida del domingo 17 le toque un toro bueno para mostrarse.

Y ya desde que se abrió de capa, Arturo Macías sintió que debía corresponder al cariño que le dispensa el público de Zacatecas, y se afanó en hacerle faena a un toro que no aportó demasiada emoción. Su ímpetu competitivo no afloró como debía por esa falta de colaboración del toro.

Pero en el quinto, que tuvo algunas mínimas opciones, hizo gala de un toreo alegre, festivo, repleto de recursos, ejecutado en un palmo de terreno, y fue de esta manera como consiguió devolverle la ilusión a la gente y enderezó el rumbo de la corrida.

Desde el péndulo inicial, pasando por los adornos, los desplantes, los muletazos de pecho rodilla en tierra, Macías conectó con el público y le hizo fiestas al de Valparaíso, al que mató de una eficaz estocada, de limpia ejecución, lo que se tradujo en la concesión de un apéndice que paseó contento y más tarde regaló a sus pequeños hijos, que estaban en el palco de ganaderos.

Espoleado por el carisma y la entrega de su tocayo, Saldívar se empleó a fondo con el sexto, el único toro bueno del encierro zacatecano, al que cuajó una faena importante por los tiempos, el temple, y la sinceridad con la que interpretó cada uno de los muletazos de los que destacaron sus naturales.

La estructura del trasteo, sumado a la disposición de Saldívar, dieron como resultado una obra interesante en la que mostró que es un torero que sigue atesorando magníficas cualidades para avanzar y recobrar el sitio que le pertenece dentro de la baraja nacional.

Aunque faltó más contundencia a la hora de colocar la espada, hizo la suerte de matar dando el pecho y eso influyó en el ánimo de un público receptivo que acabó pidiendo la oreja que le concedieron, valioso premio al final de una tarde que terminó con mejor ánimo del que se esperaba, según los desangelados acontecimientos de su parte medular.

Ahora se abre un compás de espera en la Feria de Zacatecas, que volverá a tener toros el próximo fin de semana con dos carteles atractivos. Esperemos que el tenor de emoción y alegría se mantenga y que los toreros rivalicen en las dos próximas citas taurinas. Por el bien del espectáculo, que siempre agradece la disposición de sus actores, independientemente del juego que brinden los toros.

Ficha
Zacatecas, Zac.- Plaza Monumental. Segunda corrida de feria. Un cuarto de entrada, en tarde nublada. Seis toros de Valparaíso, disparejos en presentación y deslucidos en su conjunto, salvo el 6o., que fue bueno. El 3o. y 4o. fueron protestados por su escaso trapío. Pesos: 484, 478, 470, 452, 482 y 500 kilos. Ignacio Garibay (gris plomo y oro): Silencio y pitos tras dos avisos. Arturo Macías (corinto y oro): Silencio y oreja. Arturo Saldívar (ciruela y oro): Silencio y oreja. Incidencias: Al finalizar el paseíllo se rindió un minuto de silencio a la memoria de las víctimas del temblor registrado en el sureste mexicano.


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