Bienvenida al escalafón mayor
Bruno recibió la alternativa de manos de Roca Rey
La corrida de hoy en Aguascalientes había generado bastante expectación, derivado del equilibrio del cartel, con la presencia de Roca Rey como gancho de taquilla, además de la alternativa de Bruno Aloi, que llegaba a esta instancia con todos los merecimientos del caso, y la presencia de Luis David, el torero de la tierra que en los últimos años ha tenido triunfos consistentes ante su público.
Pero como el éxito de una corrida depende, en buena medida, del juego que puedan dar los toros, hoy el encierro de Villacarmela no fue el esperado y la tarde se puso cuesta arriba para la terna, prácticamente desde que Bruno saludó con el capote el primero, un ejemplar un tanto basto de hechuras que se defendió y no regaló una sola embestida.
A pesar de esta condición adversa, el torero capitalino le plantó cara con autoridad y valor y procuró en todo momento llevarlo muy tapado, pues el de Villacarmela sabía lo que dejaba atrás, y eso aportó una cuota de emoción al trasteo, en el que Bruno no se salvó de sufrir una voltereta que no pasó a mayores.
Aunque en un primer momento se dolió de un pitonazo en la parte posterior de un muslo, no le dio mayor importancia y volvió a la cara del toro para robarle muletazos de mérito, con el público entregado, antes de rematar el trasteo con unos doblones que tuvieron torería.
A la hora de matar señaló un pinchazo previo a una estocada casi entera, que fue suficiente para salir a saludar una ovación en el tercio, alentado por un público que lo estaba esperando, con el deseo de verlo triunfar.
En el sexto de la tarde, que tenía mejores hechuras, Bruno consiguió algunos momentos de buen torero por ambos pitones, ante un toro que tuvo poca fuerza y escasa transmisión, hecho que lo obligó a situarse en la distancia correcta para ligarle los muletazos, de los que sobresalieron varios naturales y redondos con empaque y tersura, que antecedieron un pinchazo y tres cuartos de estocada, para volver a saludar una ovación en el tercio, producto del cariño que le dispensó el público, prácticamente a lo largo de la corrida.
Al padrino de la ceremonia, Roca Rey, también lo trataron con respecto y lo alentaron con el mejor lote de la corrida, compuesto por dos toros reunidos y bien hechos, a los que les faltó chispa y terminaron saliendo sueltos de las telas. En la primera faena el peruano se lo pasó muy cerca de la taleguilla en redondos con mando, hasta que el de Villacarmela se rajó, y aunque la faena fue un tanto intermitente, de haber dejado la espada en una mejor colocación hubiese cortado una oreja. En este sentido, a pesar de la petición, que no llegó a ser mayoritaria, el juez César Pastor estuvo acertado en no concederla.
El quinto fue otro toro de buenas hechuras, pero que dio un juego similar al primero, por lo que la faena de Roca Rey fue muy parecida: el torero quieto, entregado, y el toro saliendo suelto de la muleta y doblando contrario. Así es imposible que una faena tenga continuidad e impacte con fuerza en el tendido. No obstante, el público agradeció el esfuerzo desplegado por el peruano, que terminó su labor con una estocada defectuosa que echó por tierra sus buenas intenciones.
Luis David se está se ha convertido en un torero muy interesante, que además torea muy bien con el capote, pues hoy ejecutó unos lances a la verónica con mucha suavidad, jugando los brazos a media altura, arqueando antebrazos y flexionando las muñecas con estilo, lo que derivó en un torero expresivo.
El galleo que ejecutó para sacar al toro del caballo, llevando el capote en los hombros, también fue bello, considerando la dificultad que entraña torear de esa manera, en una época en la que, por desgracia, el público le confiere poca importante a estos destalles que vienen a abonar torería a la lidia. Banderilleó con soltura y ortodoxia y dejó el ambiente caldeado para la faena, ante un toro que duró poco y con el que todo lo que había conseguido a estas alturas, acabó desmoronándose.
El quinto se movió con más fuelle que sus hermanos y aunque no descolgaba la cara, por lo menos tenía fijeza, un hecho que permitió a Luis David hacer la faena más redonda de la tarde, en la que, sin importar las ráfagas de viento que se soltaron, hubo pasajes muy interesantes.
En el momento de entrar a matar, con la intención de ejecutar una estocada al encuentro, el toro tropezó en el momento del embroque y, al perder este paso, la mano cayó abajo y la gente la cayó encima de manera injusta, porque no fue culpa suya el sitio donde dejó la espada. Fue un detalle de mala suerte que le impidió cortar una oreja de peso en una tarde donde su toreo de capote fue noticia.
Con esta corrida, Aguascalientes cerró un año intenso y muy relevante de toros, tanto en la plaza "San Marcos" como en la Monumental, que entre ambos cosos sumaron un total de 35 festejos, para colocarse, después de Madrid, como la segunda ciudad con mayor actividad taurina del mundo, y la primera de América. Enhorabuena a la empresa, y al decidido apoyo del gobierno, para conseguir este significativo logro.
Ficha
Aguascalientes, Ags.- Plaza monumental. Corrida del 51 aniversario de la plaza. Tres cuartos de entrada, en tarde calurosa, con ráfagas de viento a partir del 5o. Toros de Villacarmela, bien presentados, de poco juego en general por su falta de transmisión, de los que el 6o. fue el más potable. Pesos: 498, 500, 488, 505, 515 y 520 kilos. Andrés Roca Rey (tabaco y oro): Ovación tras aviso y leves pitos. Luis David (negro y oro): Silencio y pitos. Bruno Aloi (blanco y oro): Ovación en su lote. Incidencias: Bruno Aloi se doctoró con el toro "Aniversario" número 540, cárdeno bragado, con 498 kilos. Antes de iniciar el paseíllo se tocó el Himno Nacional y previo a romper filas se pidió un minuto de aplausos a la memoria del ganadero Claudio Huerta, así como al rejoneador y ganadero Álvaro Domecq.
Aguascalientes, Ags.- Plaza monumental. Corrida del 51 aniversario de la plaza. Tres cuartos de entrada, en tarde calurosa, con ráfagas de viento a partir del 5o. Toros de Villacarmela, bien presentados, de poco juego en general por su falta de transmisión, de los que el 6o. fue el más potable. Pesos: 498, 500, 488, 505, 515 y 520 kilos. Andrés Roca Rey (tabaco y oro): Ovación tras aviso y leves pitos. Luis David (negro y oro): Silencio y pitos. Bruno Aloi (blanco y oro): Ovación en su lote. Incidencias: Bruno Aloi se doctoró con el toro "Aniversario" número 540, cárdeno bragado, con 498 kilos. Antes de iniciar el paseíllo se tocó el Himno Nacional y previo a romper filas se pidió un minuto de aplausos a la memoria del ganadero Claudio Huerta, así como al rejoneador y ganadero Álvaro Domecq.