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Efemérides: Volver a nacer

Sábado, 08 Oct 2016    Ciudad de México    Jorge Raúl Nacif | Foto: Archivo   
A un lustro del percance de Padilla en Zaragoza
El 7 de octubre de 2011, se vivió en Zaragoza uno de los episodios más duros de los últimos tiempos con el espeluznante percance que sufrió Juan José Padilla en la plaza de "La Misericordia", al ser corneado en la cara por un toro del hierro de Ana Romero.

Un lustro de aquel momento dramático que paralizó el planeta de los toros y en el que se temió por la vida del torero, que no solamente superó esa adversidad, sino que en muy poco tiempo volvió a la cara de los toros para reaparecer de luces, sin su ojo izquierdo, con un parche que le convirtió en el Pirata Padilla.

Este percance fue al momento de colocar un par de banderillas en el que el toro "Marqués" le apretó y le comió el terreno. La cornada fue en suelo, instantes en los que toda la plaza see estremeció. La atención en le enfermería fue magnífica, a cargo del doctor Carlos Valcarerres, que dio la siguiente información:

"Herida por asta de toro que produce un grave traumatismo maxilofacial, con lesión de aparato auditivo y del ojo izquierdo. Se practicó una sedación profunda y una intubación orotraqueal. Fue traslado al hospital, donde será explorado e intervenido. Pronóstico: Muy grave".

Ya tras la intervención en el hospital, el parte médico oficial, firmado por los médicos adjuntos de cirugía oral y maxilofacial, la doctora Victoria Simón y el doctor Nadal Cristóbal, decía lo siguiente:

"El diestro Juan José Padilla ha sido intervenido de una ligadura de carótida externa izquierda para control de hemorragia incoercible en base de cráneo. Se le reconstruyó complejo zigomatomalar izquierdo mediante ostcosíntesis con miniplacas de titanio, así como del suelo orbitario con malla de reconstrucción.
 
"Se observa arrancamiento de nervio facial izquierdo, siendo imposible su reanastomosis. Se suturó y reconstruyó complejo palpebral y lacrimal, así como de resto de heridas esfaceladas faciales y cervicales. Se realizó una reducción cerrada y contención de fractura de huesos propios nasales".

A finales de diciembre se probó Padilla en el campo bravo y reapareció el 4 de marzo de 2012 en Olivenza. Con las huellas indelebles y su ya característico parche, Padilla se vistió de luces nuevamente a tan sólo cinco meses de distancia con respecto al percance, impulsado por una fuerza de voluntad sin parangón, así como el profundo amor a su profesión.

El primer toro que lidió en Olivenza lo brindó a los doctores Val-Carreres y García Perla, que fueron y han sido piezas fundamentales para su recuperación. Fueron varios compañeros los que a la postre lo sacaron a hombros, entre los que estaban Antonio Barrera, Miguel Abellán, El Fandi y Alejandro Talavante.

A lo largo este tiempo luego de reaparecer tras el percance en Zaragoza, Juan José ha podido acartelarse en combinaciones de mayor calado y tomar parte en prácticamente todas las ferias y temporadas del mundo taurino. El destino, si así se le quiere llamar, le tenía una recompensa grande.

Sin embargo, nada han sido sencillo y no todo es miel sobre hojuelas. Los procesos de rehabilitación conllevan un esfuerzo superior, además de las numerosas ocasiones que el torero ha tenido que pasar nuevamente por el quirófano para corregir daños en el nervio facial, oídos y demás regiones.


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