"De toro un poco" (fotos)
Domingo, 04 Sep 2016
Zacatecas, Zac.
Juan Antonio de Labra | Foto: Landín-Miranda
Rodrigo Santos cortó dos orejas en su despedida de Zacatecas
Durante largos años, Alfonso López tituló su columna en el periódico Excélsior con el siguiente nombre: "De toro un poco", y ahí metía, casi como en corsé, unas apretujadas noticias en estilo telegráfico donde relataba distintos asuntos, algunos de mayor importancia e interés que otros.
Y aunque la Monumental de Zacatecas no es una botica, desde luego, sí que hoy hubo… "de toro un poco", parafraseando al sarcástico pelotari retirado, que nunca perdía ocasión para lanzar un simpático chascarrillo y estar de cachondeo.
Porque al final, esta celebración denominada "Festejo del Gobernador", se tradujo en un tutti frutti taurino donde hubo recortadores, matadores retirados, rejoneadores, forcados, aspirantes –a pie y a caballo–, sobresalientes y recortadores, en un condimentado platillo de esos que provocan agruras, como el famoso y suculento "rabo de toro".
La parte central de la corrida fue la actuación de los dos rejoneadores, que enfrentaron cuatro toros bien presentados de San Miguel de Mimiahuápam, dos de los cuales tuvieron nota alta y con los que Rodrigo Santos y Horacio Casas buscaron hacer las cosas bien.
El primero, que se retiraba de un coso donde obtuvo grandes triunfos, cortó dos orejas tras colocar un rejón de muerte en todo lo alto, que hizo rodar espectacularmente al toro sin puntilla. El segundo cuajó una elegante faena que emborronó de inexplicable manera, al dejar la muerte de tan noble ejemplar en manos de un torpe sobresaliente que nunca pudo descabellarlo. Y no sólo eso, sino que, al borde de la desesperación, cedió con nerviosismo la espada de cruceta a un aspirante a banderillero, que también fracasó en el sano intento de que no cayera el chungo tercer recado.
Antes de la exhibición ecuestre por parte del veterano potosino, que sigue su racha triunfal de despedidas en distintas plazas de México, y la torera actuación de Casas con el séptimo, al que hizo un inverosímil recorte medito en tablas, actuaron por delante Eloy Cavazos y Arturo Gilio con sendos novillos, uno de Los Encinos y otro de Pepe Garfias, respectivamente.
El de Eloy llevó por nombre "Noa-Noa" y, aunque estaba muy medido de fuerza, tuvo calidad. El torero de Guadalupe se afanó en torearlo con temple en distintos pasajes del trasteo, varios a pies juntos y con la muletita retrasada, fiel a su inconfundible estilo, en un esforzado trasteo que malogró a la hora de matar, evidenciando que la espada es como una "señora" muy celosa que siempre le pide cuentas a los toreros.
Para colmo de males, el novillo de Los Encinos lo arrolló de fea manera en el primer embroque, dándole un fuerte golpe en su dañado hombro derecho, ante lo que el popular y multicitado "Juanga" hubiera exclamado con estupor: "¡Ay, Eloy... pero qué necesidad!"
Aunque ya torea muy poco, Arturo Gilio estuvo sumamente centrado y estructuró una buena faena con un "muñeco" del hierro de Pepe Garfias, ganadería potosina a la que hoy día ciertas figuras le hacen ascos, olvidando, por curioso que parezca, que este criador cumplió 50 años de seleccionar con un mismo concepto. Y nadie negará que "Manchitas" embistió de dulce a la segura muleta del lagunero, que esta tarde disfrutó mucho el toreo.
Los Recortadores Españoles sólo hicieron un único recorte, por extraño que parezca. Y luego, saltos y más saltos, meritorios, eso sí, ejecutando las suertes más conocidas como la del "tirabuzón", "el ángel" y el salto con garrocha. Sin embargo, no se recomendable que se atrevan a intentar siquiera remedar el toreo a la verónica, y mucho menos con un colorido mantel de esos que cubren las mesas de las típicas cenadurías mexicanas. Porque eso, señores, es faltar al decoro y la ética que deben imperar en el toreo. ¿Qué diría el maestro Antonio Ordóñez, joer?
Y si Alfonso López hoy hubiese estado en la plaza, con su inseparable puro en la mano, y la gorrilla ladeada sobre su cabeza, seguramente hubiera preguntado socarronamente: "¿Y a qué hora van a salir Patorro y sus Enanitos Toreros?" Porque, ciertamente, su presencia se echó en falta en el marco de este policromático e inusual formato de espectáculo taurino, que el público vivió con distinta intensidad de emociones.
Ficha Zacatecas, Zac.- Festejo del Gobernador. Primer festejo de feria. Lleno, en tarde de temperatura agradable pero algunas ráfagas de molesto viento. Cuatro toros de
San Miguel de Mimiahuápam, para rejones, bien presentados y variados de juego, de los que destacaron el 4o., por su raza, y el 7o., por su calidad y temple. Un toro de
Pepe Garfias, para los recortadores, manejable. Un novillo de
Los Encinos (2o.), flojo y con clase, y otro de
Pepe Garfias (3o.), con calidad. Pesos: 470, 440, 380, 525, 568, 524 y 475 kilos. Los
Recortadores Españoles: Vuelta.
Eloy Cavazos: Silencio.
Arturo Gilio: Ovación tras petición. El rejoneador
Rodrigo Santos: Dos orejas y palmas. El rejoneador
Horacio Casas: Palmas y pitos tras tres avisos. Incidencias: Los
Forcados Hidalguenses hicieron una pega al primer intento y fueron ovacionados en algunos toros, pero en el primero de
Rodrigo no pudieron consumar la pega hasta en tres ocasiones.
Eloy Cavazos fue atendido en la enfermería de una lesión en el hombro derecho al tirarse a matar, en tanto que el forcado
Dave Romano resultó lesionado del húmero y el banderillero
Jorge Manuel Morales sufrió una fuerte paliza y fue enviado al hospital para ser revisado.
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