Banners
Banners

Muere el gran escultor Humberto Peraza

Lunes, 30 May 2016    México, D.F.    Redacción | Foto: Archivo   
Una gran pérdida para las artes plásticas de México
El famoso escultor Humberto Peraza Ojeda falleció el sábado pasado en la ciudad de Cuernavaca, a la edad de 90 años, como consecuencia de distintas enfermedades que habían mermado mucho su estado de salud desde hace unos cinco años, no obstante que todavía acudía a los toros.

El maestro nació en Mérida, Yucatán, el 4 de diciembre de 1925, y desde una edad temprana mostró gran afición por las artes plásticas, decantándose por la escultura y reafirmando esta vocación cuando fue ayudante de Alfredo Yust, el reconocido escultor valenciano contratado por Neguib Simón para realizar "El Encierro" y otras obras que adornan la barda perimetral de la Plaza México.

En esta etapa de su incipiente carrera, el maestro Peraza tenía 20 años de edad y a partir de entonces fue creciendo de manera paulatina hasta convertirse en un escultor de fama internacional, debido a la calidad de sus obras, tanto taurinas como de otros temas.

Estudio primeramente en la Escuela de Bellas Artes de Mérida, y andando el tiempo llegó a vivir a la Ciudad de México e ingresó a la Escuela Nacional de Artes Plásticas, donde cursó, entre 1950 y 1955, la licenciatura en Artes Plásticas y más adelante hizo una maestría en escultura.

Además, como miembro de la Peña Taurina de Aficionados Prácticos de México, toreó muchos festivales y fue un connotado representante de este grupo en el que tuvo como compañeros a otros emblemáticos aficionados que toreaban muy bien.

De las obras monumentales del maestro Peraza que se pueden admirar en esta capital, sobresale la del general Lázaro Cárdenas que está precisamente en la avenida que lleva su nombre; es decir, el Eje Central, a unas cuantas calles antes de llegar  Río de la Loza. Y también la de Agustín Lara, que está en la calle del Sombrerete, del rancio barrio de Lavapiés de Madrid, y cuya réplica se puede observar en Polanco, en el cruce de las calles de Campos Elíseos y Rubén Darío.
Otra de sus obras muy conocidas, en este caso ecuestres, es la del monumento al general de división Joaquín Amaro Domínguez, que se puede admirar en Paseo de la Reforma a unos pasos de la entrada principal del Auditorio Nacional, cerca de la puerta del Campo Marte.

Por su parte, la vasta obra taurina del maestro Peraza será siempre reconocida como escultura de mucha calidad, tanto por la sensibilidad con la que logró realizar cada una de sus piezas, tanto por la calidad de los materiales utilizados, además de la belleza y el movimiento que ha dejado en cada una de sus esculturas.

El reconocimiento del que gozaba no conocía fronteras, ya que durante una amplia parte de su vida presentó exposiciones individuales o colectivas en distintos países donde también tuvo mucho prestigio. Desde aquí enviamos nuestras más sentidas condolencias a sus cuatro hijos a los que el gran Humberto Peraza supo inculcar su pasión por la escultura.


Comparte la noticia