En una calurosa tarde y ante poco más de media entrada se llevó a cabo la corrida de la feria de los "Chicahuales" en Jesús María, en la que los diestros hidrocálidos Fabián Barba y José Manuel Montes cortaron dos orejas cada uno, mientras que Víctor Mora malogró con la espada una gran faena.
Fue "Charro" el que abrió plaza y Fabián Barba lo recibió con una larga cambiada para luego dibujar lances a la verónica rematadas con una media. Durante el segundo tercio el astado presentó complicaciones llevando siempre la cabeza arriba.
Cn estas condiciones, Fabián estuvo muy dispuesto en su labor muleteril jugándose el físico dibujando pasajes interesantes por ambos lados, se tiró a matar con decisión logrando sepultar el acero pero como el astado tardó en doblar hubo de oficiar con la espada corta, como premio dio una merecida vuelta al ruedo.
El cuarto de la tarde llevó por nombre "Fugitivo", al que Fabián recibió con una larga cambiada y luego no se acomodó con el percal. Inició su faena en el terreno de los medios y con la franela en la mano derecha estructuró una buena serie que fue aplaudida por el respetable.
Entendiendo las buenas condiciones del astado siguió toreando por el mismo lado con temerarios pases por la espalda, probó por naturales sin lograr acomodarse del todo aunque dejando constancia de su buen quehacer, volvió a torear por derechazos que le resultaron buenos pasándose muy cerca los pitones.
Terminó su labor con ajustadas manoletinas, se entregó con valentía a la hora de oficiar con la espada sepultando la totalidad del acero, incluso en el momento de la reunión resultó prendido, el público pidió los trofeos a lo que el juez le otorgó dos merecidas orejas.
El segundo de la tarde fue anunciado como “Ingeniero” y le correspondió a Víctor Mora que ejecutó cadenciosas verónicas pegado a tablas mismas que remató con una pinturera media, realizó un ajustado quite por chicuelinas rematando con la revolera.
Con estatuarios inició su faena adornándose con un bello remate, para luego estructurarlapor el lado derecho, misma que repercutió en los tendidos; los naturales también fueron de buena factura, lamentablemente e puso pesado con el acero escuchando un aviso.
Con cadenciosas verónicas recibió Víctor Mora a "Chicahual", quinto de la tarde, para echarse el capote a la espalda y ejecutar un quite por gaoneras que remató soltando una punta del percal. En el terreno de tablas comenzó su faena de rodillas para luego llevar al astado a los medios y ejecutar varias series por el derecho que se caracterizaron por el recorrido y la lentitud causando agrado entre la concurrencia.
Una vitolina fue el inicio de una soberbia tanda por naturales, misma que remató con el de pecho; nuevamente tomó la franela con la derecha para detener el tiempo con una serie de lentos y cadenciosos pases que fueron rematados con la arrucina, misma que hizo levantar a los aficionados de sus asientos.
Como colofón de su faena realizó una serie por dosantinas y estatuarias manoletinas. Lamentablemente volvió a fallar con la espada hasta en cuatro ocasiones, no obstante el público le obligó a dar una vuelta al ruedo.
El tercero de la tarde fue "!Jalisciense” y correspondió a José Manuel Montes, que ejecutó dos largas y varias verónicas, quitó por chicuelinas, cubrió el segundo tercio con agrado. Inició su trasteo de rodillas en el terreno de tablas para luego irse a los medios en donde tiró del astado en muletazos voluntariosos pero sin ligar las series debido a que el toro se vino a menos, no obstante cuajó una buena serie por naturales, mató de manera efectiva para recorrer el redondel con una oreja.
El que cerró plaza fue "Saltillense", que fue recibido por Montes con lances a la verónica que remató con dos medias, quitó con el lance creado por el maestro Armillita, cubrió el segundo tercio llevándose un fuerte golpe al intentar colocar el par al relance.
Con la franela se encontró con un astado de buen recorrido que metía la cabeza en el engaño, condiciones que fueron en buena medida aprovechadas por el joven espada. Con la muleta en la mano izquierda, Montes intentó correr la mano sin conseguir la profundidad deseada, nuevamente por el derecho y en el terreno de los medios estuvo muy torero. Se tiró a matar con decisión logrando finiquitar su labor, al final el juez fue presionado para el otorgamiento de la oreja.