Quién sabe si los Forcados de Querétaro imaginaron un resultado tan completo en el festejo que evocaba el 27 aniversario de su fundación, siempre se busca lograr el lucimiento, pero, sobre todo en los toros, más que en ningún otro espectáculo, el azaroso comportamiento del toro y otros matices son complicados, si no imposibles de predecir.

En la Fiesta de nuestro país, siendo fríos, hay muchas ocasiones que pareciera que son únicamente un acompañamiento secundario del rejoneador, y cómo no, suele suceder también que el rejoneador en turno se suma a la vuelta al ruedo que el público pide tras una espectacular actuación de los grupos de forcados.

Hoy, en el balance final, se convirtieron en protagonistas de un festejo que sin su actuación habría pasado a la historia sin pena ni gloria.

El primero de la tarde no terminó de emplearse, se distraía y Pedro Louceiro III intentó acoplarse a estas condiciones, aunque más bien terminó desesperándose. Para redondear el panorama, estuvo fatal con el rejón de muerte. Y desde el primero comenzó el recital de los Forcados de Querétaro, que para abrir boca protagonizaron una pega espectacular y meritoria de Fernando Jurado, que al final daría una merecida vuelta al ruedo en solitario.

Mejoraría el quehacer de Pedro Louceiro III en el cuarto, que fue a más en banderillas y con el que estuvo empeñoso, tratando de clavar con lucimiento y llevando los pitones cerca de la cola de su cabalgadura, aunque sin terminar de romper con mucha fuerza. Terminó clavando una corta y una rosa, para volver a fallar con el rejón de muerte y descabellar al segundo intento. A éste lo pegó con gran decisión el forcado José Antonio Montiel, con el cual al final se dio la vuelta Louceiro.

Lo destacado en el quehacer del queretano José Ignacio Corral con su primero fue su recibimiento antes del primer rejón de castigo, mostrando avances y muy en la escuela de Pablo Hermoso. Luego clavaría una buena banderilla al quiebro, aunque por momentos se notó acelerado, igual que estuvo fatal a la hora de oficiar con rejón de muerte y el descabello, suerte en la que incluso se vio mal. En éste se lució en la pega el forcado Alfredo Caballero, que también dio vuelta en solitario.

Lo mejor de la actuación del rejoneador queretano en el que cerró plaza, el mejor toro de la corrida y que tuvo mucha fuerza, llegaría en las banderillas donde estuvo animoso, mientras que los tres rejones de castigo que clavó quedaron colocados de forma desigual, misma suerte que corrieron los hasta tres rejones de muerte que llegó a colocar en el morrillo del buen toro de Lebrija.

En éste llegó el momento de más emoción de la tarde, cuando después de un primer intento de pega, donde el forcado de cara quedó tendido en el suelo y conmocionado, llegó al relevo su compañero Carlos Rodríguez, que tomó su puesto y protagonizó la pega más espectacular y meritoria que el que suscribe haya visto: Tras encarar al toro y colgarse de los pitones, los ayudas fueron puestos fuera de combate, y cuando parecía que la pega no podría consumarse, estando en el piso, golpeado, Carlos siguió prendido de los pitones, siendo levantado nuevamente y llevado con fuerza hacia las tablas, momento en que sus compañeros se rehicieron y consiguieron dominar la embestida cuando le faltó poco para haber sido entablerado.

Ovación en pie e inmejorable colofón para el festejo de los Forcados Queretanos, que dieron una vuelta al ruedo con fuerza junto a José Ignacio Corral que también se apuntó tras escuchar un aviso.

Video de la actuación de los Forcados Queretanos