A unas cuantas horas de su importante compromiso ante los temibles toros de Miura, en la plaza de toros de Valera de Abajo, en la provincia de Cuenca en Castilla-La Mancha, el diestro mexicano André Lagravere "El Galo" se reportó listo para este crucial festejo en su carrera taurina.  

"Trataré de disfrutar la tarde de principio a fin, la experiencia que tengo por vivir y demostrar que estaba preparado para esta corrida y para las que pueda tener por delante", dijo vía telefónica desde Francia, donde se encuentra concentrado en el campo bravo.

Ahí, en la casa de la rejoneadora María Sara y su familia, André ha estado viviendo en este tiempo que ha estado haciendo campo en España y Francia, a donde se fue en el verano esperando torear alguna corrida.  

Estando allá, surgió la idea de enfrentar a los toros de la famosa y mítica ganadería en corrida mixta este sábado 2 de octubre en Cuenca, al lado de la rejoneadora Ana Rita y del albaceteño Andrés Palacios, en mano a mano.    

"La idea surgió no de mí mismo, de una plática que hubo y luego ya se terminó concretando. Al principio fue como una conversación, pero tardó en concretarse, pero desde el primer momento no dudé en aceptar y decir que sí, que podía ser algo interesante y mira, al final se concretó y quedan solo unas cuantas horas para eso", agregó.  

Desde niño, el menor de los hermanos Lagravere, franco-mexicanos, nacido en la Blanca Mérida, dijo que ha visto lidiar a ejemplares de la divisa que pasta en la finca de Zahariche.  

"En directo los vi lidiar cuando estaba chiquito en Mont de Marsan en 2009, y luego he visto toros sueltos en corridas de concurso. He visto sobre todo muchos videos todas estas semanas atrás para intentar ver las características que, aunque ya las sabemos todas, ver el trato común que se les suele dar a estos toros”.  

Señaló que su opinión acerca de los toros de la ganadería de Miura, cuya característica es ser huesudos, de patas altas y de fina piel, es que además de ser mítica y legendaria, es la referente de la tauromaquia en España.  

"Aunque no sea aficionado, quien conoce o escucha alguna vez en su vida hablar de los toros de Miura sabe que es la ganadería que da más referencia fuera del mundo del toro. Es mítica, muy grande, con su respeto y que es una ganadería que todos los toreros en algún momento de su vida tienen que afrontar, ya sea en un tentadero, en un festival o en una corrida. En algún momento de la historia, de la carrera de un torero, tiene que afrontarse ya sea más tarde o más temprano y sobre todo más que mostrarte a alguien es demostrarte a ti mismo que superas ese tipo de retos y ver que eres capaz de lograrlo", señaló André.  

Calificó el comportamiento de los miuras como "peculiar" a diferencia de cualquier otra ganadería.  

"No quisiera decir un adjetivo malo, ni bueno, sino particular. Mientras tengas una mejor intención con ellos, si tienen ese fondo dentro pueden darte lo mejor de sí con sus propias particularidades que tiene cada ganadería, todas tienen su propio sello. Sabemos todos que es ganadería nada fácil, que tiene mucha exigencia e importancia, sobre todo tanto por el volumen, como por el comportamiento de los toros.

"He estado viendo videos y revistas estas últimas semanas y creo que son toros que pueden ser agradecidos al buen trato que le des o también al mal trato. Puede pasar que te sienten cómo estés delante de ellos, sienten tu firmeza o tus dudas. Son toros muy particulares que te hacen descubrir el momento que estás viviendo como torero. Creo que el sábado podré sentirme de una buena manera y con buenas sensaciones delante de ellos", dijo.  

Si normalmente para un torero que tiene una cita ya sea en una plaza importante, con ciertos alternantes o ciertas ganaderías, enfrentar a la de Miura en cualquier plaza, sin mirar siquiera quienes son los alterantes, supone un estrés extra al imaginado.  

"Mentalmente tampoco le he querido dar muchas vueltas al asunto. Lo importante es prepararse bien semanas o meses previos porque si la tarea está bien hecha no hay por qué preocuparse, porque uno está bien preparado y los días previos es cuando ya la cabeza tiene que estar asentada, sobre todo tener las ideas claras en esos toros, no llevar la contraria.  

"Y luego también es afrontarla como una experiencia más y tampoco tomarlo como un ultimátum, al contrario, es una corrida más, un aprendizaje más en mi vida y tampoco va a ser el último. Trataré de disfrutar la tarde de principio a fin, la experiencia que tengo que vivir y demostrar que estaba preparado para esa corrida y para las que pueda tener por delante", precisó.  

Para este compromiso, André se ha estado preparando en la ganadería toledana de Bernardino Galán en España y en la de Pascal Mailhan, en Francia.  

"La verdad que estoy muy agradecido con ellos. Sé que no es fácil en estos momentos tanto torear en público y en ganaderías, es bastante complicado en todos lados en general pero aquí ellos me han abierto las puertas de sus casas para torear.  

Con esa preparación que he tenido ya toreé en un festival el 2 de septiembre en Humanes y me sentí bien. Aunque no he toreado con tanta frecuencia como en años anteriores, me siento bien, contento. Este último año sin torear, o lo que llevamos de pandemia un año y nueve meses, han sido de mucha reflexión y es ahí cuando te das cuenta no saber lo que tienes hasta lo que pierdes. Esto te hace valorar lo poco o mucho que pueda salir por delante y tratar de que sea lo mejor posible lo que puedas tener en tus manos", afirmó.  

André, cuyo apoderado en México es Pedro Haces, no tiene quien lo represente como tal en Europa, por lo que será el matador de toros Curro Durán, de toda su confianza ya que lo conoce desde su etapa de novillero sin caballos, quien lo acompañará este sábado en el callejón de la plaza.  

"Después de la corrida de miura tengo un festival el día 12 y otro el 24 en Francia y posteriormente viajo a México ya que el 5 de noviembre toreo en Ciudad Juárez. Al mismo tiempo estoy ilusionado después de un año y nueve meses sin torear, tener en un mes cuatro o cinco festejos te da moral, vueles a la actividad, vuelves a pasar este miedo, estos tiempos antes de torear, de nerviosismo, de responsabilidad.  

"No es que haya perdido la costumbre, pero ya tenía tiempo sin pasarlo y por eso uno es feliz y por tratar de disfrutarlo los días previos, desde la preparación hasta el día de la corrida".

Espera que su corrida en Valera de Abajo tenga repercusión en los dos continentes y vengan muchas corridas por delante.  

"Es un esfuerzo, un reto que espero que me dé frutos y si no tampoco pasa nada. Como he dicho antes, más interno, para demostrarme a mí mismo de lo que soy capaz y que se dé de la mejor manera y más adelante salgan más cosas y pueda servir para tener más actividad y pueda tener una temporada más normal", finalizó.