Se cumplió el ya tradicional festival nocturno en Manizales a beneficio del Hospital Infantil de la Cruz Roja "Rafael Henao Toro" con un llenazo en los tendidos, un protagonista, el presidente de plaza, y un encierro disparejo de Ernesto Gutiérrez Arango que se dejó torear en términos generales.
Sebastián Castella firmó lo más destacado del festejo: un faenón a un toro con complicaciones, al que cuajó por ambos pitones en series con mando y suavidad. La faena fue creciendo en recursos, en técnica y conexión con los tendidos, que fueron pasando de la expectación al delirio.
Entrega total de Castella que mató al ejemplar de fulminante espadazo y le concedieron una oreja, negándose la segunda que pidió el público con mucha insistencia, hasta desencadenar una bronca mayúscula.
El torero francés fue obligado a dar dos vueltas al ruedo en medio de una cerrada ovación y el grito de "¡Torero, torero!" Después, la gente se volvió hacia el presidente del festejo para tributarle inslutos, pues la molestia era grande.
Daniel Luque fue el triunfador numérico del festejo al cortar dos apéndices al novillo que cerró la función. Estuvo decidido desde que se abrió de capa, y emocionó al público en un quite por ajustadisimas chicuelinas.
Más tarde, se mostró apabullante por su quietud en el inicio de una faena con temple. Y aunque al principio le costó un poco sujetar las embestidas del ejemplar de Ernesto Gutiérrez, terminó toreando en tablas con una gran variedad de repertorio que despertó la admiración en la gente. El sevillano mató de una estocada fulminante y le entregaron dos merecidas orejas.
El Juli perdió los trofeos que a ley hubiera ganado con una actuación inteligente que no pudo rematar con la espada. El madrileño dejó constancia de su jerarquía y el público lo ovacionó con fuerza cuando saludó en el tercio.
Guillermo Perlariuz hizo un trasteo que fue ganando en ligazón, temple y largueza, especialmente por el pitón derecho. Aprovechó el manizaleño la nobleza y calidad del animal para ganar la simpatía general que se volvió atronadora ovación después de un larguísimo circular. Mató de una estocada atravesada y dejó escapar el triunfo.
Cayetano vino a Manizales en medio de gran expectativa por su debut en esta plaza y logró esbozar algunos pasajes de su toreo. La faena que no terminó de romper, pero tuvo momentos buenos por ambos pitones que contaron con el reconocimiento del público. El toro fue complicado y peligroso al final de la faena, lo que impidió un mayor lucimiento del hijo de Paquirri.
El local Andrés de los Ríos no logró sacar todo el provecho al mejor novillo de la noche, al que saludó muy templado con el capote. También mostró torería, temple y clase en su largo trazo por ambos pitones, y hondura por pasajes que esperanzaron en que vendría algo más, pero que al final acusaron su falta de oportunidades.
Galería fotográfica del festival nocturno en Manizales
Video de la actuación de Sebastián Castella