Los éxitos nunca han sido casualidades y ni momentos de suerte, sino de resultados, sacrificios y perseverancia de alcanzar un sueño en la vida. Cualquiera que sea ese sueño, no pensar en lo imposible para llevarlo a cabo. Uno de esos personajes soñadores es el ganadero Rafael Manuel Fitzmaurice Menesses, propietario de la ganadería Hacienda de Guadalupe que tiene el hierro mas joven del campo bravo mexicano.

El pasado sábado nos trasladamos a la finca Hacienda de Santa Cecilia, por invitación del propio ganadero para conocer la vacada Hacienda de Guadalupe y ser testigos de lo difícil que es el trabajo en el desierto con el toro de lidia; estuvieron presentes también Jorge Bermúdez Espinosa (amigo del ganadero y asesor personal del mismo de todos los cambios que se están iniciando en esta hacienda en el desierto de Chihuahua), el compañero periodista taurino José Luis Ibarra y el encargado de los cuidados de la plaza "Alberto Balderas", Adrián Cobos Ruvalcaba.

A nuestra llegada a esta hermosa hacienda desértica y rodeada de los médanos de Samalayuca, una zona árida y arenosa, con hierbas de quelite, saladillo y vaina de mezquite, fuimos recibidos por Jesús Rubio, encargado de la hacienda. Pasaron unos minutos y llegó el caporal de la ganadería, Luis Herrera, y su hijo Ramiro, que imediatamente se pusieron a ensillar los caballos que nos llevarían a hacer un recorrido de más de tres horas por la ganadería, que cuenta con 538 hectáreas.

Mientras se preparaba todo para la expedición y llegaba el ganadero, nos tocó observar la cría de gansos que tiene, sus caballerizas, la plaza de tientas en construcción, a la distancia las corraletas en donde se encuentra la caja de curas y además cuenta con seis corrales en donde se encuentran los novillos que serán lidiados el próximo domingo 20 de abril cuando oficialmente se presente como ganadero. En dos corrales más se encuentran dos de los cuatros sementales, “Gasparín” y “Tapatío”, que están rodeados de vacas provenientes de Jose Julian Llaguno que es la nueva línea para refrescar su ganadería; además, cuenta con un criadero de gallos de pelea y borregos.

La finalidad de la cabalgata fue conocer su espacio ganadero, encontrar los sesenta vientres, veinte añojos y los dos otros dos sementales. “Hidalgo” y “Suertudo”, que al vernos se escurrían rápidamente como liebres y no hubo manera de tomarles fotografías por su rapidez y el gran terreno que tienen para esconderse. El paseo a caballo estuvo interesante al escuchar los consejos del arquitecto Bermúdez Espinosa, que además es ganadero, al comentarle a Rafael Fitzmaurice cómo se deberían construir los cuatro potreros que van a tener un sistema de irrigación, como además contarán con plantíos de alfalfa y otros vegetales que ayuden la sobrevivencia de sus animales.

Convencido estoy que el ganadero le esta poniendo todas las ganas para tener una gran ganadería. Rafael Fitzmaurice, que además tiene la virtud de ser un hombre humilde y siempre habla con la verdad (conociéndolo de siempre como director general del canal 5 XEJ de televisión y además que el mismo da las noticias en nuestra frontera), se encuentra muy convencido en esta nueva etapa profesional de su vida, de que tendrá una ganadería de reses bravas.

La Hacienda de Guadalupe se formó hace 22 años en Casas Grandes, Chihuahua, y en ese entonces se llamó Dos Lagunillas, se inicio en un terreno que se lo presto Lorenzo Quevedo, donde llevó cuatro vientres comparados a Guillermo Bonilla; era un lote del progreso de San Mateo que iba a California y no pudieron cruzar la frontera.

Comenta el ganadero Fitzmaurice: "Posteriormente compré un semental al ganadero Manolo Espinosa y un lote de cuarenta vacas de la ganadería Noria del Ojo, a través de Pancho Hernández, seguido de un lote de vacas con varias procedencias que me vendió Manolo Espinosa".

Posteriormente, al trasladar su ganado a Ciudad Juárez le cambió el nombre a ganadería Hacienda Santa Cecilia, que tuvo que ser modificado hace unos meses a Hacienda de Guadalupe al entrar como miembro de la Asociación Nacional de Creadores de Toros de Lidia, ya que actualmente existe una denominación con el nombre de Hacienda de Santa Cecilia.

Con orgullo, el ganadero comunica que de los cuatro sementales que tiene tres ya son propios como el 80 por ciento de sus vientres, y agregó: "Mis líneas genéticas están definidas y están muy cerca de producir en realidad lo que hace 22 años era sólo un concepto; dicen que el toro no tiene palabra de honor, pero gracias a Dios están muy cerca del ideal que me propuse producir. Esperemos, que no pierda el control, ahora que nesecito abrir las líneas y refrescar genéticamente".

Aproximadamente en tres meses el tentadero será inaugurado y aprovecharemos la ocasión para estar presentes y además observar los avances de construcción de esta nueva ganadería, deseándole la mejor de las suertes al nuevo ganadero Rafael Manuel Fitzmaurice Menesses.