Emotiva presentación del libro "A Cuerpo Limpio"
Un interesante libro de forcados
En un emotivo evento, celebrado en la terraza del Restaurante The Palm, del Hotel Presidente Intercontinental, se presentó el libro "A Cuerpo Limpio, 30 años de Forcados Mexicanos", contando con la presencia de un nutrido grupo de aficionados y gente del medio taurino.
La presentación de esta obra sobre los Forcados Mexicanos corrió a cargo de Heriberto Murrieta, que compartió el escenario con Gerardo del Villar, coordinador editorial de la publicación inétida en la bibliografía taurina mexicana, y de Javier Jiménez, que redactó los textos, así como Pablo y Pedro Ortiz, promotores de esta gran iniciativa.
"También esos hombres valientes, que son los forcados, logran enamorar a las doncellas de las localidades donde actúan. Las damas quedan atraídas y embrujadas por sus cojones de hierro", expresó Murrieta al momento de tomar la palabra.
Gerardo del Villar contó una anécdota que pone de manifiesto la gran pasión y el valor que deben tener los forcados.
"En una entrevista, en Querétaro recuerdo que me preguntaron por qué nosotros no cobrábamos. Yo le respondí al reportero que no habría dinero en el mundo para pagar el valor de un forcado y no hay suficiente dinero que pague el gusto de hermanarse a otro forcado para lograr este fin. Los hombres sueñan los sueños y los forcados los hacemos realidad", sentenció.
Javier Jiménez hizo también uso de la palabra y, en su discurso, defendió la actividad de los forcados y expresó que sí es un arte, aunque algunas personas no lo consideren así.
"La gente dice que los forcados no somos toreros, pues no tenenos el arte de un Enrique Ponce, por ejemplo. Es verdad, Ponce hace poesía cuando torea y nosotros hacemos prosa. El Quijote es prosa y Hamlet poesía, pero los dos son arte", comentó con emoción.
Pablo Ortiz señaló que un forcado nace y muere siendo forcado, y que igual se enfrentan a un toro en el ruedo que al toro de la vida. Por su parte, Pedro Ortiz destacó que los nuevos forcados deben esforzarse, pues de ellos dependen hasta donde quieran llegar.
Se realizó un homenaje a los seis forcados del grupo, así como un sincero reconocimiento al portugués Joao Patinhas, uno de los fundadores de los Forcados Mexicanos, un grupo que surgió en 1978 por iniciativa del rejoneador luso Pedro Louceiro, abuelo del cabo del grupo actual. Estuvieron presentes en el evento personalidades como Enrique Fraga y los matadores Pablo Samperio y Luis Gallardo, entre otros.
La presentación de esta obra sobre los Forcados Mexicanos corrió a cargo de Heriberto Murrieta, que compartió el escenario con Gerardo del Villar, coordinador editorial de la publicación inétida en la bibliografía taurina mexicana, y de Javier Jiménez, que redactó los textos, así como Pablo y Pedro Ortiz, promotores de esta gran iniciativa.
"También esos hombres valientes, que son los forcados, logran enamorar a las doncellas de las localidades donde actúan. Las damas quedan atraídas y embrujadas por sus cojones de hierro", expresó Murrieta al momento de tomar la palabra.
Gerardo del Villar contó una anécdota que pone de manifiesto la gran pasión y el valor que deben tener los forcados.
"En una entrevista, en Querétaro recuerdo que me preguntaron por qué nosotros no cobrábamos. Yo le respondí al reportero que no habría dinero en el mundo para pagar el valor de un forcado y no hay suficiente dinero que pague el gusto de hermanarse a otro forcado para lograr este fin. Los hombres sueñan los sueños y los forcados los hacemos realidad", sentenció.
Javier Jiménez hizo también uso de la palabra y, en su discurso, defendió la actividad de los forcados y expresó que sí es un arte, aunque algunas personas no lo consideren así.
"La gente dice que los forcados no somos toreros, pues no tenenos el arte de un Enrique Ponce, por ejemplo. Es verdad, Ponce hace poesía cuando torea y nosotros hacemos prosa. El Quijote es prosa y Hamlet poesía, pero los dos son arte", comentó con emoción.
Pablo Ortiz señaló que un forcado nace y muere siendo forcado, y que igual se enfrentan a un toro en el ruedo que al toro de la vida. Por su parte, Pedro Ortiz destacó que los nuevos forcados deben esforzarse, pues de ellos dependen hasta donde quieran llegar.
Se realizó un homenaje a los seis forcados del grupo, así como un sincero reconocimiento al portugués Joao Patinhas, uno de los fundadores de los Forcados Mexicanos, un grupo que surgió en 1978 por iniciativa del rejoneador luso Pedro Louceiro, abuelo del cabo del grupo actual. Estuvieron presentes en el evento personalidades como Enrique Fraga y los matadores Pablo Samperio y Luis Gallardo, entre otros.