Julián López "El Juli" se recupera satisfactoriamente de la cornada sufrida ayer en los testículos, durante el octavo festejo de la Feria de Pamplona, donde pretende reaparecer mañana en la última corrida del ciclo, dentro del cartel más fuerte de todo San Fermín.

Después de la intervención ambulatoria a la que fue sometido ayer para reparar el golpe en el escroto, el torero madrileño se encuentra dolorido y esta mañana tuvo dificultades para caminar, pero está tranquilo, en el hotel, reposando, y con la firme intención de actuar mañana otra vez en Pamplona, según comentó su apoderado, Roberto Domínguez.

Aunque todavía es prematuro saber si va a poder torear o no el día de mañana, El  Juli no descarta la posibilidad de hacerlo con un vendaje especial e infiltrado, pues no se quiere perder, por nada del mundo, su segunda corrida en San Fermín, donde está anunciado al lado de Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera, con toros de Jandilla, en el cartel más rematado del ciclo navarro.

Será en las próximas horas cuando se haga una última valoración de su estado físico que determine la decisión final del torero, al que ayer le negaron, incomprensiblemente, la segunda oreja del toro que lo hirió, tras haber demostrado el altísimo nivel de toreo y raza manifestado delante de los dos toros de su lote.