Banners
Banners
Banners Banners Banners

Perú: Un gran refugio taurino (y III)

Jueves, 25 Jul 2024    CDMX    Jorge Raúl Nacif | Infografía: LM     
Estar vigentes y sentirse ídolos, así viven la Fiesta los toreros
En esta tercera y última parte del reportaje, al preguntar a Antonio Urrutia cómo es la tauromaquia en Perú, no duda en afirmar que "la Fiesta peruana se parece mucho a lo que era el toreo en México hace más de medio siglo, pues los toreros son respetados y admirados, auténticos ídolos populares que tienen miles de seguidores”.

Antonio Bricio, por su parte, tiene la misma percepción: "Yo más o menos trato de comparar la Fiesta de los años cincuenta en México, cuando el torero era un ídolo, alguien bien visto socialmente y valorado. Vas a las poblaciones y la gente te trata como si fueras un rey, y te reciben con música y con comida. En los últimos años, la irrupción de Andrés Roca Rey le ha dado más importancia al Perú taurino, y hay más toreros españoles en las ferias de provincia”.

Michelito Lagravere describe así a la tauromaquia peruana: "La Fiesta en el interior, en los pueblos, en el Perú profundo -como se dice- es muy folclórica, en el buen sentido del término. Yo lo extrapolo un poco a lo que es mi tierra, Yucatán, sobre todo en cómo se vive la tauromaquia. Salvando las distancias culturales que quizá nos puedan separar como dos países, la Fiesta Brava se vive de una manera muy particular y con sumo respeto para los toreros. Es de los pocos lugares en los que he toreado donde me he sentido admirado por un niño, como si yo fuera un superhéroe. Perú es una gran vitrina para los toreros que no tenemos las grandes oportunidades en nuestro país y se ha convertido en un mercado muy positivo que ha tomado mucha relevancia a nivel mundial".

Para el periodista Carlos Castillo, la Fiesta en Perú vive un momento de crecimiento: "La tauromaquia está en pleno auge y da una lección permanente de responsabilidad compartida con sus alcaldes, promotores, fiestas y pueblos, lo que da como resultado una identidad taurina que está por encima de los niveles de los demás países históricamente taurinos. Y es que, en más del 76 por ciento de los pueblos, ciudades y departamentos, celebran festejos, y los porcentajes de asistencia son superiores en más del doble al de otras naciones, fruto de que la Fiesta es verdaderamente popular y no elitista. En Perú hay más plazas de toros que estadios de futbol".

Cabe señalar que la tauromaquia es defendida por los mismos aficionados, que salvaguardan las costumbres populares. "Recuerdo que en una ocasión había un grupito de antitaurinos en una localidad… y la gente allá es brava, y los sacaron amenazándolos con machetes, diciéndoles que nadie les iba a arrebatar las tradiciones que eran suyas", refirió Antonio Bricio.

De acuerdo con Dickey Fernández, en la actualidad ya prácticamente no se lidian toros criollos o de media casta, como ocurría en otras épocas en algunas poblaciones. Los toros, afirma Antonio Bricio, "en su mayoría, lo que yo pude torear, eran cien por ciento de casta y muchos de ganaderías formadas con encaste Domecq. Existen ganaderías muy buenas, como la de Roberto Puga, que tiene puro Domecq, donde yo tenté mucho y de hecho ahí conocí a Andrés Roca Rey cuando era un niño".

El propio Bricio comparte una anécdota muy simpática: "En una ocasión iba a una corrida a un pueblo, como aficionado, y en el camino vi que una mujer llevaba lazado y jalando a un toro de esos serranos, de media casta, y yo de broma les dije a mis compañeros que ese toro se iba a sortear aquel día. Pues, cuál fue mi sorpresa que ¡llegó la señora al pueblo con el toro y se lidió! Yo no lo podía creer, y sobre todo que salió bravo. No se mató, pues el festejo no era a muerte, y al terminar la señora lo regresó lazado".

A propósito del toro, Román Martínez comenta: "Acá de repente es un volado en los pueblos, porque como suelen comprar un toro de una ganadería y otro de una distinta, y los encierros están parchados; a veces sale un astado chico y luego otro enorme; no hay un punto de equilibrio. Hay que tener mucha fe y a veces vas con los ojos cerrados, pero no puedes ponerte moños, sino salir a darlo y entregarte, y en Perú, literalmente, agarras oficio porque aprendes a hacerle fiestas a todos los toros".

Las inversiones por fundar nuevas ganaderías, con los mejores encastes, explica Carlos Castillo, "incrementa la cabaña brava nacional, lo cual permite abastecer un mercado dinámico, en el cual es determinante la presencia de toreros, ganaderos y empresarios nacionales, pero que ofrece un enorme abanico de posibilidades a toreros de todas las nacionalidades. Perú ofrece un panorama alentador y es evidente que el futuro de la tauromaquia nacional está asegurado".

Israel Téllez recuerda algo que hace varios años predijo el taurino peruano Luis Sarabia: "Hoy ustedes vienen a torear al Perú y esto es una guerra, pero ya verás cómo en 20 años este país se va a convertir en una plataforma de salvación para la tauromaquia". Por supuesto que esta declaración generó controversia, pero Téllez afirma que la evolución de la Fiesta en Perú ha sido tal, que en la actualidad todas las figuras internacionales van a torear a sus grandes ferias.

"La Fiesta en Perú está más viva que nunca y tienen una afición que es por tradición, es casi una religión, pues no se conciben sus fiestas patronales sin toros", afirmó.

Durante los últimos años ha habido cambios en las formas legales para que los toreros extranjeros puedan torear en Perú. Dickey lo explica así: "Antes no se solicitaban las visas, pero ahora sí son necesarias. En la época actual hay que sacar visa y, si no lo haces, podrías torear, pero después ya habría problemas para salir del país y vienen multas y demás cuestiones administrativas".

Finalmente, vale la pena concluir con la pregunta: ¿Por qué Perú es un refugio para los toreros extranjeros? El propio Dickey Fernández lo tiene claro: "Los toreros de muchos países vienen a Perú porque aquí los contratan en muy buenas condiciones. Les pagan el boleto de avión, viáticos y las corridas libres de impuestos; el organizador se encarga de pagar sus impuestos. Creo que no hay torero que no esté disponible para poder atender una corrida peruana. Y claro, el número de festejos en Perú es importante. Los toreros vienen por plata… y por amor a su profesión".


Noticias Relacionadas




Comparte la noticia


Banners
Banners