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Fallece la querida maestra Pili Montes

Viernes, 11 Nov 2022    CDMX    Bernarda Muñoz | Foto: Sacramento Montes   
La sastre de toreros que dedicó gran parte de su vida a este oficio
La reconocida maestra Pili Montes, sastre de toreros a lo largo de todas su vida, falleció la mañana de este viernes a las 05:20 horas, a los 90 años de edad, en la clínica del IMSS de Gabriel Mancera, como consecuencia de un paro cardíaco, según informa nuestra compañera Bernarda Muñoz.

María del Socorro Ramos Flores nació el 5 de febrero de 1932 en esta capital y desde pequeña se aficionó al baile flamenco y los toros. Andando los años casó con el novillero Manolo Montes, y fue como, a partir de entonces, se le conoció como "Pili Montes".

A la muerte de su esposo, que ya se dedicaba a confeccionar ropa de torear, ella se hizo cargo del negocio familiar con gran empeño y dedicación hasta colocarse en el ánimo de las figuras, que le mandaban a hacer ropa o distintas reparaciones, así como trajes camperos.

Entre los que la distinguieron por su trabajo fueron Manolo Martínez, Antonio Lomelín, David Silveti, Manuel Capetillo, David Silveti, Rodolfo Rodríguez "El Pana" y Federico Pizarro, además de varias figuras extranjeras a las que tuvo ocasión de hacer distintos trabajos, como fue el caso de Ortega Cano, Jesulín de Ubrique, José Tomás o Julián López "El Juli", entre otros, y a la gran mayoría de los subalternos, que también la visitaban en su taller de la colonia Roma.

Asimismo, la maestra Pili fue socia del famoso sastre español Justo Algaba, además de entrañable amiga de Jesús "El Ciego" Muñoz. Era una mujer entregada a su profesión y muy querida por toda la gente del toro.

En el sismo del 19 de septiembre de 1985 vivió la desgracia de perder a sus queridas hijas, bailarinas de flamenco: Sara, de 18 años, y Samara, que apenas tenía cinco. Aquel fue un durísimo golpe que le dio la vida, y a pesar de llevar esa pena tan honda, continuó adelante con su labor en la que trabajó incansablemente.

Le sobreviven sus hijas, también bailaoras, Sagrario y Soledad, y el que fuera novillero, Manolo Montes, además de Sacramento, a los que desde estas breves líneas enviamos nuestras más sentidas condolencias, por el sensible fallecimiento de un mujer bondadosa y de gran calidad humana, como fue la maestra Pili. Descanse en paz.


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