Luego de haber conseguido una faena interesante hace dos semanas, pero sin ser redondeada con la espada, Adrián Padilla es anunciado de nueva cuenta en la Plaza Arroyo, joven torero que sabe de la necesitad de matar a los toros para cosechar triunfos.
-Recibes una segunda oportunidad esta campaña...
-Así es, me siento muy contento con esta posibilidad de repetir en la Plaza Arroyo, y ahora el compromiso es más fuerte que hace un par de semanas, pues la empresa confía otra vez en mí y tengo que cumplirles en el ruedo con una buena actuación.
-¿Cómo te dejó la actuación anterior?
-Pues hubo comentarios muy variados, desde negativos y hasta positivos. Yo prefiero quedarme con los malos, para poder darme cuenta de aquello que tengo que mejorar y aplicarlo. Lástima de la espada, tengo que afinar en esto y llegar el sábado con el acero bien afilado.
-¿Qué te pareció la faena que realizaste?
-Me sentí muy a gusto, sobre todo en las primeras tres tandas, en las que lo pude torear muy bien. Después, el novillo vino a menos y se empezó a quedar corto, nunca rompió como yo hubiera querido.
-De haberlo matado bien, ¿crees que hubieras podido cortarle la oreja?
-No lo sé, la verdad es que eso depende de la gente y la reacción que hubieran podido tener conmigo en caso de meter la espada.
-Por lo tanto, ahora el reto es matar bien...
-Por supuesto, afinarme con la espada y poder rubricar bien lo que realice en el redondel. He recibido algunos regaños por esta situación, sé que tengo que matar a los toros y estoy entrenando mucho la suerte suprema.
-¿Hay una mayor responsabilidad por alternar con tres novilleros que apenas debutan en este coso?
-Pues sí, la verdad es que sí. Son tres chavos que se presenan en esta plaza, y yo, que ya he actuado aquí, siento la responsabilidad de hacer mejor las cosas y responder a esa confanza que me han tenido.
-¿Cómo te sientes taurinamente hablando?
-Bien, muy bien, me siento más maduro y tranquilo, sereno, y esto es algo que quiero mostrarle el sábado al público que acuda al tendido.