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Ópera: El Gato Montés

Viernes, 12 Jun 2020    Morelia,Mich.    Quetzal Rodríguez | Infografía: LM   
"...El universo de los toros constituye la esencia dramática..."
La ópera "El Gato Montés" se estrenó en el Teatro Principal de Valencia la noche del jueves 22 de febrero de 1917 y en el Gran Teatro de Madrid el 1 de junio del mismo año, el estreno fue un éxito y los espectadores llevaron en hombros al compositor hasta su casa, en Valencia.

Pieza en tres actos y cinco cuadros, con libreto y música de Manuel Penella Moreno, que se define como ópera taurina porque el universo de los toros constituye la esencia dramática y argumental de esta partitura, a la vez que recoge todos los tópicos del españolismo al uso: el torero, el bandolero, la gitana, el cura, la "maresita", el sol y el vino.

La trama que se presenta es la siguiente: Soleá es novia de Rafael "El Macareno", un torero en la cresta de la ola, mimado por un grupo de amigos, entre ellos, su picador Hormigón y el Padre Antón, un sacerdote muy taurino. Llega el torero a su cortijo, después de una cogida y antes de su reaparición en la Maestranza de Sevilla. En el cortijo le esperan su novia, la familia y los amigos. 

Es allí, en medio de una fiesta cuando una gitana, al decirle la buenaventura, le pronostica que un toro le causará la muerte,  asunto tomado a chanza por los festejantes. Súbitamente aparece Juanillo, un bandido apodado "El Gato Montés", que viene a reclamar los que es suyo: A Soleá. Ésta, ya a solas con el Padre Antón, le confiesa que no puede olvidar su antiguo amor por Juanillo, quien se echó al monte por ella.

Más tarde ocurre un rifirrafe entre el bandolero y el torero, el bandolero Juanillo, "El Gato Montés", emplaza al torero de la siguiente manera: si no se deja matar esa tarde en la plaza lo hará él. El final no puede ser más trágico: Rafael fallece en la plaza, Soleá muere de pena y Juanillo, –para evitar su detención–, pide a su colega Pezuño que le dispare al corazón y también muere.

En "El Gato Montés", Penella se preocupa por dar personalidad musical a los principales personajes de su obra: el carácter apasionado de Rafael, la actitud ambigua de Soleá, la naturaleza desenfadada y divertida de Hormigón, e incluso, la figura anecdótica pero importante de la Gitana. 

Todos ellos se hallan reflejados en la partitura con detalles y elementos rítmicos y melódicos que les dotan de una personalidad distinguida, siempre dentro del color eminentemente andaluz de la partitura, con las alusiones al ambiente torero que suponen el uso frecuente del tiempo de pasodoble, los detalles rítmicos característicos de la seguidilla y la aparición del curioso garrotín gitano bailado por los acompañantes de la Gitana en el patio de la casa durante el acto I.

En conclusión la crítica de la época señaló al respecto de la pieza: "Campea una espontaneidad melódica que atrae y subyuga. La instrumentación es ecléctica, sobria y brillante y nos revela que el maestro Penella ha llegado al dominio absoluto de la orquesta moderna, dándole toda la importancia que debe tener en el drama lírico".

Bibiografía:

Amorós, Andrés. "Historia de los espectáculos en España". Editorial Castalia. Barcelona. 1999.

Espín Templado Pilar (coord.). "Teatro lírico español: Ópera, drama lírico y zarzuela grande, entre 1868 y 1925" Universidad Nacional de Educación a Distancia. Madrid. 2016.

Panella, Manuel, Roa Miguel. "Torero quiero sé. Dúo de la ópera "El Gato Montés". Editorial de Música Española Contemporánea. Madrid. 1994.


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