Un nuevo triunfo obtuvieron en esta plaza, Arturo Macías y Eulalio López "Zotoluco", al repartirse tres orejas, en la corrida nocturna donde Christian Aparicio estuvo esforzado con el lote menos propicio.

Arturo, que se ha adentrado en el gusto de la afición poblana, encendió el entusiasmo en su primero amplio de cuna, incluso fuera de tipo, con dos largas de rodillas, y bajó las manos en el lance fundamental, que remató con preciosa media verónica y garbosa brionesa. Tras el castigo se plantó en los medios, donde realizó un valiente quite por gaoneras aguantando en serio.

Trepidante fue el inicio de faena con un pase cambiado por la espalda, en el que fue desarmado; repitió la suerte por partida doble y vendría la faena en la que el celo de Arturo fue factor determinante para sacar provecho, pues el toro perdió recorrido y vimos entonces los recursos del hidrocálido para lucir; a pesar del espadazo caído se llevó dos orejas.

Al que cerró plaza lo toreó muy bien de capa, siendo lo mejor un quite combinado que le salió medido; el toro con más cuerda que los demás y sin malas ideas pero nunca de arrastre lento, se dejó hacer un trasteo del agrado de la masa; entró a matar volcándose pero como la espada no hizo efecto, requirió de dos descabellos escuchando un aviso seguido de palmas.

El que abrió plaza fue un castaño bajito con el que Zotoluco estuvo breve al lancear, el piquero por su parte le dio un prolongado puyazo aunque el burel recargaba poco y tendía a huir; en tablas el torero logró sujetarlo en aceptables series sobre ambas manos, pero con la estocada defectuosa tardó en doblar, sonó un aviso antes del único descabello y las palmas.

Con cierto desorden se desarrolló la lidia del cuarto en el primer tercio, siendo mal picado Eulalio pidió el cambio; el burel llegó con fuerza a la muleta y como el diestro le marcara el camino y no lo dejaba ir, consiguió ligazón en una faena de poder que remató feamente de un bajonazo, pese al cual le concedieron un apéndice.

Esforzado durante toda la función anduvo Christian Aparicio con el lote menos propicio.
Su primero trotón al principio, iba después con la cara arriba y por momentos buscando. Aparicio solo dejó ver su voluntad. Dejó más de media estocada tendida, que la cuadrilla se encargó de ahondar durante la labor de enterramiento, al final del cual escuchó palmas.

A porta gayola recibio al quinto que salió con mucha fuerza, y de nuevo se puso de manifiesta su voluntad ante un toro que no le pasaba completo, después de un pinchazo y chalecazo se retiró entre palmas.