El 7 de junio de 1994, hace 23 años, se vivió en Las Ventas de Madrid una de las faenas épicas de los últimos tiempos. César Rincón se encontró con "Bastonito", de Baltasar Ibán, y a "sangre y fuego" le cortó una oreja tras una faena emocionante y complicada de llevar a cabo.

Y es que la bravura nunca ha sido fácil. El encastado "Bastonito" (que pesó 501 kilos) acudía con mucha codicia a los engaños, embestidas no exentas de fiereza y peligro, pues el de Baltasar Ibán sabía lo que dejaba atrás y no perdonaba el más mínimo error, por lo que representó una dura prueba para el maestro colombiano.

Firmeza en los toques, además de perderle los pasos adecuados al ejemplar y precisión al momento de despedir, fueron aspectos clave para que un muy entregado César Rincón pudiera construir pasajes que emocionaron el público madrileño y lograra, poco a poco, ir templando las embestidas y superar los apuros que se presentaron..

César no se amilanó y plantó cara con valor y determinación, con una entrega digna de destacar. La faena fue una lucha de poder a poder, una batalla entre un toro muy encastado y un torero muy entregado que, al mismo tiempo, logró algunos pasajes en los que toreó con temple.

Y en este terreno, destacan los naturales de bella factura que dibujó, sin echar "la para pá atrás", sino todo lo contrario, reponiendo bien el terreno y quedándose quieto ante las acometidas de "Bastonito".

Como se veía venir, ocurrió la voltereta. Pero César se levantó para seguir en la brega y rematar lo que quizá no fue una faena muy elegante, pero sí con el sello de la entrega, técnica, emoción y  bravura. Tras un pinchazo inicial, Rincón logró una estocada tras la que fue prendido aparatosamente y estuvo a merced del burel.

Emocionado, el público le pidió la oreja al colombiano y aplaudió a rabiar la vuelta al ruedo que se le concedió a los despojos de "Bastonito", un toro que en aquel momento pasó a la historia por la casta que dejó plasmada en el redondel venteño y que, a 23 años de distancia, hoy recordamos.

Maltrecho y con una herida en su mano derecha, César recibió la oreja y la paseó con sumo orgullo, trofeo valioso para una figura del toreo que se jugó la vida ante este célebre toro de Baltasar Ibán, primero de su lote en una tarde que compartió con Emilio Muñoz y Juan Mora. Rincón ya no pudo salir a estoquear a su segundo, al que Muñoz dio muerte.

Acompañamos este texto con el video de aquella faena de César Rincón a "Bastonito", hace justo 23 años dentro de la Feria de San Isidro, uno de los momentos más célebres y recordados del maestro colombiano.