Un memorable espectáculo se vivió en la plaza "Raúl Dávalos" de la ciudad de Riobamba con el marco de la segunda corrida de la Feria del Señor del Buen Suceso; el sobresaliente comportamiento de un serio lote de toros de la ganadería de Campo Bravo y la entrega de la terna de lidiadores protagonizaron un festejo en que los momentos de emoción y buen toreo se sucedieron uno tras otro.
No en vano la terna compuesta por los diestros hispanos Juan José Padilla e Iván Fandiño, y el ecuatoriano Álvaro Samper, se prodigó en el redondel para exhibir intensas y solventes faenas marcadas por el concepto y personalidad de cada uno de ellos.
Allí apareció el vibrante toreo de Padilla que lanceó de capote, prendió banderillas y se lució manejando la muleta; seguido por la técnica de Iván Fandiño y la calidad del local Samper, que cumplió una jornada de ensueño. Uno a uno los espadas fueron descifrando los misterios de la lidia del variopinto encierro de llamativo aspecto y matizada conducta en la arena; con altas cotas de nobleza y bravura en especial los corridos en cuarto y sexto lugares.
Sobresaliente fue la condición del que cerró plaza un precioso toro de nombre "Sombrío", merecidamente indultado, con el que Álvaro Samper deletreó el toreo con despaciosidad y categoría correspondientes a las acompasadas embestidas del sensacional ejemplar.
Una a una surgieron preciosas series de muletazos en especial con la mano izquierda, que completaron un inicio capotero de gran factura. Samper recibió los máximos trofeos. En su primero ya obtuvo una oreja tras un compuesto quehacer.
Juan José Padilla obtuvo el doble premio del segundo de su lote tras una faena de altas revoluciones en la que el saludo con la tela rosa de rodillas, tres estupendos pares de banderillas, el muleteo de hinojos y los interminables circulares enloquecieron al graderío. El certero espadazo le aseguró la puerta grande.
Lo propio sucedió con Ivan Fandiño, que pese a sortear el lote de menos prestaciones supo desorejarlo tras resolver las complicaciones de sus oponentes en dos técnicos y sobrios trasteos resueltos con gran seguridad a la hora de la verdad. La colocación de la muleta y la precisa elección de los terrenos fueron las claves de una tarde de importante contenido profesional. El volapié a su segundo fue de antología.
La imagen de los toreros a hombros sintetizó con fidelidad una preciosa tarde de toros.
La feria culminará mañana con la realización del tercer festejo en el que se anuncia la alternativa del caballista local Álvaro Mejía de manos del legendario rejoneador portugués Joao Moura acompañados del matador de toros riobambeño José Antonio Benítez con ejemplares de Peñas Blancas y Santa Coloma.
Doctorado sin duda digno el del compatriota que ha llevado a cabo una meritoria carrera en que los sacrificios y el trabajo le han conducido al día más importante de su vida profesional.
Riobamba, Ecuador.- Segunda corrida de feria. Plaza "Raúl Dávalos". Lleno. Seis toros de Campo Bravo, de correcta presentación, hermosas láminas e interesante comportamiento, entre los que destacó el 6o., que fue indultado. Pesos: 497, 440, 463, 442, 450 y 460 kilos. Juan José Padilla (grosella y oro): Silencio y dos orejas. Iván Fandiño (espuma de mar y oro): Oreja y oreja. Álvaro Samper (blanco y plata): Oreja y dos orejas y rabo simbólicos.