La tarde de este domingo el municipio conurbado de Jesús María albergó la novillada que originalmente se verificaría en el marco de la tradicional feria de los Chicahuales, con una gran expectativa realizaron el paseíllo los novilleros Rodolfo Mejía "El Tuco", Manuel Gutiérrez, Nicolás Gutiérrez, José María Pastor, José María Hermosillo, Patricio Ochoa y Mariano Sescosse. Al final de la tarde, ante un bien presentado encierro de San Marcos y ante un impresionante aguacero Ochoa y Sescosse lograron cortar una oreja.

Gran voluntad ha mostrado Patricio Ochoa ya que poco antes de lidiar su novillo El Tuco como director de lidia sugirió la suspensión del festejo, ello por las malas condiciones del ruedo; sin embargo, el michoacano le echó arrestos y se enfrentó a un astado con el que pudo dibujar un lento toreo de capote.

En el terreno de los medios y con la muleta empapada Ochoa también dejó ver los avances que ha venido madurando en la Escuela de Espectáculos Taurinos de México, series por ambos lados que se entrelazaron con los prolongados charcos en el ruedo. Sin duda que la actuación de todos los chavales y en especial del michoacano es digna de reconocimiento.

Con una gran actitud poco a poco fue trazando los muletazos que trascendieron a los tendidos para después de abrochar su actuación con la espada y recibir como premio la oreja de su enemigo.

Hoy bajo la lluvia Mariano Sescosse ha demostrado que tiene un concepto muy claro del toreo, y que su proceder puede llevarlo a ocupar un lugar privilegiado dentro de las filas de los toreros zacatecanos. Ante el que cerró plaza ejecutó un toreo muy personal en el que la clase y los elementos artísticos son evidentes.

Con el ruedo sumamente encharcado el alumno de Espectáculos Taurinos de México dibujó el toreo de calidad mismo que aderezó con pintureros detalles, al final de la mojada tarde recorrió el ruedo con una oreja en su diestra.

Con el quinto de la tarde el público hidrocálido pudo observar el toreo de José María Hermosillo quien con el capote ejecutó un serio toreo de recibo para luego realizar un quite por tafalleras. Bajo una pertinaz lluvia llegó un trasteo que, a decir verdad, cada día va caracterizando a este espigado novillero.

En el centro del encharcado ruedo Hermosillo arrancó tandas con mucha verticalidad y aunque por momentos el astado salía con la cara arriba, el de la tierra estuvo muy torero. La parte final del trasteo se desarrolló en el terreno de las tablas donde además de un ya intenso aguacero, también llegó la temeridad en los pases. Después de finiquitar su actuación hubo petición de oreja, misma que al final no fue concedida.

Con el que abrió plaza El Tuco ha tenido una actuación muy voluntariosa y aunque las condiciones del tiempo le molestaron en todo momento pudo lucir interesantes pasajes. Ante un novillo que presentó complicaciones por el lado derecho el carismático novillero proyectó el toreo por ese sendero, lamentablemente no estuvo certero con el capote por lo que se limitó a saludar una ovación.

Manuel Gutiérrez saludó con una larga pegado en tablas y acto seguido dibujó el toreo de capote, con la muleta realizó una faena en la que denotó un interesante avance técnico, las series por ambos lados fueron coreadas con fuerza, lamentablemente no estuvo acertado con la espada por lo que sólo escuchó algunas palmas.

Como tercer espada actuó el joven Nicolás Gutiérrez y desde que se abrió de capa mostró el toreo que atesora, tras brindar la muerte del novillo realizó una faena sumamente interesante ya que las series se caracterizaron por una gran técnica, lamentablemente llegaron las fallas con el acero por lo que se esfumó la posibilidad del trofeo.  

José María Pastor dimensionó un toreo espectacular con el capote, sobre todo cuando le dio la réplica a su tocayo Chema Hermosillo que había quitado por saltilleras. Como es su costumbre cubrió el segundo tercio con mucha exposición.

Con la muleta realizó una faena en el terreno de los medios pasando en un primer momento por un buen toreo derechista, en una segunda parte del trasteo trató de agradar por naturales, sendero por el cual encontró interesantes pasajes. Como colofón de su faena ejecutó los postreros pases con exposición, al final y después de oficiar con la espada corta saludo una cariñosa ovación.