La alegría de torear a caballo
Andy fue el máximo triunfador de la corrida de rejones en "Aguas"
El espíritu caballeresco de la tauromaquia brilló con intensidad hoy en la Monumental de Aguascalientes, donde se realizó una corrida de rejones 20 años después de aquella que hubo el 17 de abril de 2004, y el público, que hizo una excelente entrada, salió muy contento de la plaza al disfrutar con el desempeño de rejoneadores, forcados y recortadores, todo un compendio de distintas interpretaciones de la relación antropológica del hombre con el toro.
De haber estado finos con los aceros, tanto Emiliano Gamero como Tarik Othón hubiesen podido acompañar en la salida a hombros al experimentado Andy Cartagena, una figura española que ya percibe poder abrirse paso en México con la soltura acorde a su categoría, que quedó reflejada en dos faenas igualmente toreras, dinámicas y expresivas, ante el mejor lote del encierro de Fernando de la Mora, ganadería de prestigio que vino a dar un toque de garantía a la corrida.
Después de una arriesgada intervención haciendo diversos recortes, el grupo capitaneado por Diego Navarrete "Ratilla", que vino a despedirse, ante un complicado toro de Tenexac, el público tuvo que esperar unos 40 minutos a que dicho ejemplar fuera retirado del redondel, y resulta inexplicable que no se haya hecho uso de los cabestros que, se supone, deber auxiliar en este menester.
Armando de una espada, y una entereza sin reserva, el sobresaliente Valente Alanís, hizo gala de su título de "matador de toros" y se perfiló a la distancia para irse detrás de la espada en rectitud de la acometida de un toro que estaba entero, para recetarle una habilidosa estocada hasta la empuñadura, un tanto tendida porque no descubrió, que fue suficiente para terminar con ese "tiempo muerto" que parecía iba a aniquilar el festivo entusiasmo del público.
Pero en cuanto los tres caballistas, lujosamente ataviados, cada cual con su vestimenta y estilo, hicieron el paseíllo, esa larga espera se desvaneció y a partir de ahí el espectáculo fluyo a través de la entrega de estos torero a caballo que hicieron las delicias de la gente.
Andy pretende alternar su temporada europea con la mexicana, por lo que aquí ha dejado cinco caballos que integran esta corta pero efectiva cuadra en la que hay algunas figuras, como ese "Mediterráneo" que tan bien se dobla de salida con los toros o la yegua "Catrina" que sabe rodar con valor en el tercio final para los adornos y las banderillas. En medio de ambos está “Iluso” con una doma de fantasía que impresiona.
Y con estos "soldados", Cartagena va a una "guerra" provisto de elementos que hacen lucir su elegante monta y una fácil conexión con el tendido, por lo que, con esos dos nobles toros del campo queretano, supo lucir en su máxima expresión, salvo en la utilización del rejón de muerte y el descabello en el primero de su lote, cuya faena malogró a la hora decisiva.
Por lo menos, sí que se pudo sacar la espina en el quinto, al que toreó en todos los terrenos con la misma voluntad de triunfo, que llegó a sus manos materializado en dos merecidas orejas, las que cortó tras ejecutar la suerte de matar apegado a los cánones.
Gamero le cortó una oreja al tercero de la tarde, que también permitió el lucimiento de un torero atrevido y personal que sabe entablar un diálogo permanente con el público, al que convence con argumentos taurinos y otros no tanto, pero que ya forman parte de un repertorio que brilla con la naturalidad de quien se sabe dónde está parado en esto del rejoneo.
Si la faena a ese tercero fue entonada, un buen toro jabonero sucio de encaste Domecq, la del quinto fue una auténtica pirotecnia montando a caballos como "Jaque Mate", en las piruetas, varias muy ceñidas, o las banderillas que clavó con "Júpiter" o "Hijo del Sol", ese caballo de raza española, amén de las cabriolas que tanto gustan al público, todo hecho con ese toque de espectacularidad que caracteriza a su toreo.
De haber acertado con el rejón de muerte, seguramente le hubiesen concedido dos orejas de ley, y quizá por eso, consciente de que Andy ya tenía la Puerta Grande abierta, decidió regalar un toro de Boquilla del Carmen que fue manejable y al que hizo otra faena igualmente ligada y emocionante, aunque quizá sin la fuerza de la anterior, y que tampoco pudo rematar a espadas. De cualquier manera, ahí quedó esa exhaustiva demostración de carácter, el que le ha valido para imponerse a la adversidad.
Tarik Othón regresaba a esta Monumental tras haber dejado una buena tarjeta de presentación en una Corrida de Calaveras de 2022, donde vino a abrir plaza en una corrida con toreros a pie. Pero no es lo mismo eso, hace año y medio, que estar en una cita de rejones, con dos toreros con muchas corridas sobre los hombros.
En dicho sentido, el joven queretano no se amilanó y procuró aprovechar cualquier resquicio que le ofreció el primer toro de su lote, el de trapío más armonioso de la corrida, para dejar en claro su gran proyección, con un torero auténtico, en el que siempre procura arriesgara al límite y poner por delante los pechos de sus caballos toreros.
El público se contagió de su peculiar manera de torear y le jaleó cada banderilla, sobre todo las que clavó sobre "Fino" y "Veneno", con los que intentó hacer las suertes con ese apasionamiento que tan bien habla de su concepto del toreo, y que sabe aderezar muy bien con guiños puntuales a la galería. Lástima que pinchó a ese toro porque eso le impidió cortar una o hasta dos orejas, ante la mirada de un público que lo alentó en todo momento.
El berrendo en cárdeno lidiado en séptimo lugar, un pelo clásico de esta casa, no correspondió a la nobleza de su estirpe y embistió por oleadas, y a veces con cierta sosería, en una faena esforzada y ya cuando la gente estaba más cansada de la cuenta, con el añadido del anuncio del toro de regalo de Gamero. Esto no impidió que Tarik mostrara sus recursos y pudiera plasmar su talento, ese que en un futuro cercano lo llevará a recibir una alternativa de categoría.
Los Forcados Amadores de México hicieron varias pegas a lo largo de la tarde, algunas de ellas al primer intento, y también vinieron a aportar esa cuota de emoción a un festejo que debe servir como ejemplo para que la corrida de rejones se consolide como una fecha alternativa en las grandes ferias del país, ya que el gusto de la afición mexicana por el toreo a caballo es más que evidente.
Y es el momento de que así suceda, y que las figuras extranjeras contribuyan a fomentar la rivalidad y el desarrollo de los valores del toreo de México, entre los que hay varios jóvenes con capacidad de sobra para convertirse en toreros de muy buen nivel y llegar a ser ídolos del público.
Ficha
Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Decimosegundo festejo de feria. Corrida de rejones. Poco menos de media entrada, en tarde de calor bochornoso. Un toro de Tenexac para Los Recortadores Españoles (1o.), seis de Fernando de la Mora, y uno de Boquilla del Carmen (8o., como regalo), bien presentados, buenos en su conjunto, salvo el 7o., de los que destacaron 1o. y 4o. por su nobleza; éste premiado con arrastre lento. Pesos: 520, 534, 569, 562, 513, 500, 535 y 480 kilos. Andy Cartagena: Silencio tras aviso y dos orejas. Emiliano Gamero: Oreja, vuelta y vuelta en el de regalo. Tarik Othón: Ovación en su lote. Incidencias: Los recortadores que actuaron eran Diego Navarrete "Ratilla", Sergio Wida, Adrián Ramos, y los mexicanos Emanuel Ayala y Jorcho Glison, quienes realizaron diversas suertes y fueron ovacionados. Actuó como sobresaliente Valente Alanís, que se vio obligado a matar al toro de los recortadores, que se negaba a regresar a los corrales en una labor que duró unos 40 minutos. También salió como sobresaliente el matador Francisco López "Yiyo". Saiz Lugo pegó al 2o. Iván Nava pegó al 3o. Hiram Gallardo hizo una magnífica pega al 5o., lo mismo que Sergio Tirado al 6o. René Tirado realizó una valiente pega al 6o. y minutos antes le habían entregado un reconocimiento por sus 30 años en la profesión. Cartagena invitó a don Fernando de la Mora a dar la vuelta en el 4o. La corrida tuvo una duración de 4 horas y 15 minutos.