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Entre "Mezcal blanco" y "Tequila"

Domingo, 17 Nov 2019    CDMX    Juan Antonio de Labra | Foto: Hidalgo          
Arturo Saldívar firmó una importante actuación en la Plaza México
Dos toros de nota alta sorteó hoy Arturo Saldivar en la Plaza México, donde se dejó un triunfo grande en la punta de la espada, luego de cuajar sendas faenas plagadas de seguridad y temple que dejaron un gran sabor de boca por su forma, y también por su fondo.

Y en su paladar de torero bueno quedaron esas primeras embestidas de "Mezcal blanco", el berrendo en cárdeno que saltó a la arena en segundo lugar, y más tarde las de "Tequila", el quinto, un toro negro que tenía mucho que torear.

En ambos casos, el hidrocálido se plantó sobre la arena con mucha autoridad y toreó como en sus mejores tiempos, con temple de seda y valor, esos atributos que ya apuntaba desde que tomó la alternativa en Guadalajara.

Por ello conectó fuerte con el escaso público que había en los tendidos, que recibió su torería con intensidad a cada palmo de la lidia de esos dos buenos toros de La Estancia que le tocaron en suerte.

Y a los dos los entendió de principio a fin, y les dio la lidia que pedían en dos faenas estructuradas y cadenciosas en las que consiguió pasajes de bella factura. La del berreado fue más lírica, con una fuerte voltereta incluida, y la otra más apasionada, pues tuvo que tirar del toro y hacerle muy bien las cosas.

Los redondos, los naturales, los cambios de mano... todo tuvo esa cadencia que le dijo unidad a su labor, porque ahí no hubo nada fuera de lugar, y esa redondez de las dos lidias fue la que se echó en falta a la hora de matar.

La estocada a su primero tenía cierta travesía, y ello impidió que doblara con prontitud, y al segundo lo mató de un feo chalecazo que le hizo rumiar su rabia tras saludar una cariñosa ovación de la gente, que estuvo muy receptiva a su entrega.

De haber abierto esos toros en el sorteo, como bien sugería el ganadero, algún otro de los compañeros de SaldÍvar hubiese sido beneficiado. En cambio, tanto Miguel Ángel Perera como Gerardo Adame se tuvieron que tragar dos lotes sin fondo, compuestos por cuatro toros que carecieron de remate en sus embestidas y les pusieron la tarde muy cuesta arriba.

Por lo menos, el público fue testigo de la disposición de ambos, que buscaron sacarles algún provecho pero sin conseguir más que pocos pasajes de lucimiento.

En la despedida final, la gente volvió a reconocer la artística actuación de Arturo Saldívar que, por lo pronto, ha regalado una tarde de torero bueno, el que siempre ha sido, con la madurez añadida de unen ya le ha visto las orejas al lobo.

Y aunque no salió a hombros, sería muy significativo que la empresa lo vuelva a tomar en cuenta. porque está visto que atraviesa por un magnífico momento anímico y taurino y no sería prudente desaprovecharlo.

Ficha
Ciudad de México.- Plaza México. Tercera corrida de la Temporada Grande. Menos de un cuarto de entrada (unas 8 mil personas) en tarde nublada, con algunas ráfagas de viento, y ligera llovizna a partir del 5o. Toros de La Estancia, bien presentados, parejos de hechuras, de variado comportamiento, de los que destacaron el 2o. por su calidad y el 5o. por su bravura. El 2o. fue premiado con arrastre lento. Pesos: 502, 524, 515, 595, 545 y 522 kilos. Miguel Ángel Perera (teja y oro): Silencio en su lote. Arturo Saldívar (malva y oro): Ovación tras aviso y ovación. Gerardo Adame (azul turquesa y oro): Leves palmas y silencio tras aviso. Incidencias: Destacó en banderillas Ángel González, que saludó en el 2o. Y en varas Carlos Domínguez hijo en varas, y un picó bien al 5o. Al final del paseíllo se rindió un minuto de aplausos a la memoria de El Loco Amado, fallecido en días pasados.


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