Seria actuación de Ibelles en Guadalajara
El novillero mexiquense realizó lo más destacado este domingo
Esa resistencia que tenemos los tapatíos a la lluvia provocó una pobre entrada, a cambio, quienes asumieron los riesgos del temporal previo, así como la llovizna a ratos y el chaparrón durante el tercero y cuarto disfrutáramos de un festejo interesante.
Los serios novillos del aquicalidense hierro de Castorena, tanto en presencia, como comportamiento colocaron alto el baremo a los actuantes. Las –respetables– monjas al convento… los toros a la plaza.
Por supuesto que es agradable ver ejemplares que ofrecen prestaciones para faenas estéticas, sin embargo, la exigencia de estar puesto, dispuesto y pleno de convicciones es una faceta que a mi punto de vista debe conservarse. Y quien hoy trajo los papeles exigidos bajo el brazo fue Sebastián Ibelles.
Al abre plaza, "Buen Hermano", primero de su lote, un astifino cárdeno obscuro, Sebastián lo recibió pronto, con lances templados, a pesar que tardeaba el novillo al primero de la serie.
Como sus hermanos, cuál más pronto o más tardo acudió a los montados con empeño para que disfrutáramos un valiente y ceñidísimo quite por gaoneras de Christian Antar, que fue replicado por el espada en turno, ahora por tafalleras, pero que al intento de remate, el mexiquense fuera volteado de fea manera.
Para el tercio de muerte, a leguas se notaba la exigente embestida del de Castorena. Pero ahí, precisamente ahí es donde se evidencia el valor sereno, el oficio, la cabeza torera, y la decisión de caminar en este asunto. El novillo volvía codicioso en dos manos, mas el torero mandaba, con las zapatillas firmes en la arena y la muleta muy abajo.
Suena fácil. Series por ambos lados de mucha seriedad se hilvanabn el uno con el otro. Un desarme –pecata minuta– y, por desgracia, par de pinchazos que mojaron –de por sí– la intención de flamear los pañuelos.
Al segundo de su lote, más exigente aún, el mexiquense lo bregó con mucho oficio. Nada fácil éste novillo cuarto de tanda hizo pasar las de Caín a la peonería en el segundo tercio. El horno parecía no estar para bollos. Pero el torero echó mano de sus recursos, para realizar una faena seria, importante, firme, sin trucos ni espejitos, y en el terreno de la querencia de su enemigo a donde se refugió al sentirse podido.
Otra vez mal con la espada, que cayó muy delantera. Encima tardó en doblar el morito, hasta escuchar un aviso. No hubo trofeos, pero sí la satisfacción de ver un novillero, al menos hoy, con merecimientos de mucha valía.
Sus compañeros de cartel, Christian Antar y Juan Querencia, se quedaron cortos de recursos. No olvidemos que los astados acometen, y que el torero los enseña a embestir. Al primero le faltaron recursos, y el segundo careció de rodaje.
Para el domingo próximo anuncian la quinta novillada de la temporada, con un encierro de San Martín, para Héctor Gutiérrez, el triunfador de España Diego San Román y Miguel Aguilar.
Ficha
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Cuarta novillada de la temporada. Menos de un cuarto de entrada (unas 2 mil personas) en tarde lluviosa. Novillos de Felipe Castorena, correctos en presentación, encastados, no fáciles, de los que destacó el 3o. Pesos: Pesos. 415, 430, 400, 440, 465 y kilos. Sebastián Ibelles (blanco y oro): Silencio y palmas tras aviso. Cristian Antar (azul marino y oro): Silencio y palmas. Juan Querencia (blanco y oro con remates negros): Silencio en su lote. Incidencias: Destacaron en banderillas Raúl Aguilar, que saludó en el 1o., y Cristhian Sánchez, que hizo lo propio en el 2o.
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