Y desde luego que el compromiso no sólo era consigo mismo, sino con esta edición de la Feria del Corpus, y al lado de dos figuras, como Morante y El Juli, y toda la gente que ha llegado para ver mañana a José Tomás.

Así que el torero granadino sabía muy bien que no podía pasar sin dar un campanazo fuerte en su tierra, motivo por el que se prodigó en los tres tercios con una entrega total, y un toreo vistoso y variado, que también incluyó, como no podía ser de otra manera, dos espectaculares tercios de banderillas.

Cabe decir, también, que sorteó el mejor lote de una corrida compuesta de los tres hierros de la ganadería de su apoderado, Toño Matilla, y que no desaprovechó la cuota de bravura que aportaron estos ejemplares para hacerles fiestas a decir basta, inclusive toreando de rodillas con sobrada naturalidad.

La faena al tercero fue más asentada, y desde el capote mostró ese regusto por hacer las cosas con alegría, según le dicta esa tauromaquia tan explosiva que lo mantiene en candelero a veinte años de su alternativa.

La lidia del sexto mantuvo el mismo tono de expresión, y durante el tercer par de banderillas fue empitonado de fea manera cuando intentaba ejecutar un par al quiebro. En esos primeros instantes se temió que llevara la cornada, pues el toro lo cargó en vilo con el pitón derecho. Pero, por fortuna, no pasó del susto de una plaza abarrotada que emitió un alarido de espanto al ver a su ídolo en los pitones del toro de los Hermanos García Jiménez.

Se recuperó El Fandi de tan preocupante voltereta y acabó haciendo una faena emotiva, con pasajes de temple y toreo en redondo que entusiasmaron a un público que hoy se le rindió sin reservas. Y como volvió a matar de otra buena estocada, le concedieron su tercera oreja en esta función, que incluyó una fuerte petición de una cuarta que ya no cayó.

Al margen de los trofeos, y la cariñosa salida a hombros antes su gente, El Fandi no quiso pasar inadvertido en este Corpus de 2019, en el que se sabe bien que ya era diferente por la presencia del torero de Galapagar en los carteles.

A El Juli seguramente le hubiese gustado torear mañana sábado, y no hoy, pero así son las cosas a veces y hay que resignarse. El madrileño realizó dos faenas de un alto nivel técnico, en el que echó mano de su poderío para resolver delante de su lote, compuesto por un primer toro manejable al que toreó con autoridad por ambos pitones.

La faena al quinto también gustó por la entrega del madrileño, y ese saber esta para poder sacar provecho donde lo había. Lo mejor fue la soberbia estocada con la que abrochó su sólida actuación, que hizo rodar al toro sin puntilla en cuestión de segundos. Y fue así como cortó esa segunda oreja que le abrió la Puerta Grande, para salir a hombros en compañía de Fandila.

Morante hizo una primera faena concisa, sobria y elegante, ante un toro noble que duró poco. Y la gente se regodeó coreándole unos olés sinceros, a la par que el de la Puebla trataba de hacer todo con suavidad y cadencia, hasta los adornos. Mató de una estocada arriba y lo llamaron a saludar con respeto.

Pero delante del cuarto, que no ofreció ninguna posibilidad de lucimiento, bosquejó un trasteo brevísimo, tal y como consideraba que debía de ser, pues el toro no valía. Sin embargo, e inexplicablemente, la gente le cayó encima en cuanto cogió la espada para dar muerte a ese ejemplar que topaba en la muleta del torero sevillano y no pasaba completo.

Morante se tuvo que tragar una bronca de la nada, y seguramente comprenderá que así pasa a veces con los artistas de su talla y, sobre todo, cuando la gente no profundiza un poco más con el juego que dan los toros para, entonces sí, valorar el proceder de los toreros.

Al término de la corrida, El Fandi y El Juli compartieron la salida a hombros en medio del entusiasmo colectivo de un público que disfrutó mucho esta corrida y ya se frota las manos para la de mañana. No cabe duda que la enorme expectación que despierta José Tomás favorece a toda la feria que esperemos que siga así hasta el domingo, pues ya está anunciado el novillero mexicano Miguel Aguilar para el festejo que cierra el ciclo.