Un rotundo triunfo de tres orejas consiguió el matador capitalino José Mauricio en la tradicional corrida de feria en San Pedro Xalostoc, Estado de México, donde dejó ver la estética de su tauromaquia y el buen momento por el que atraviesa, de la mano de su apoderado, Alejandro Peláez.
La faena de mayor calado fue la que estructuró ante su segundo, un toro de El Batán que tuvo bravura y nobleza, así que se recreó ligando los muletazos y aderezando con adornos de buen calado artístico. Tras una gran estocada, paseó las dos orejas.
Ya ante su primero había dejado constancia de su tauromaquia y paseó un trofeo. Mauricio entendió bien las condiciones del astado y tuvo mérito el apéndice concedido por el palco de la autoridad.
Jerónimo también "tocó pelo" en este festejo, gracias a esa manera tan particular de templar las embestidas y alargar el trazo muy a la mexicana. En esa tesitura le plantó cara al cuarto de la tarde, para obtener un merecido trofeo y granjear el buen ánimo de la afición mexiquense.
A su primero lo toreó con sabor a la verónica. La faena tuvo instantes de buen calado, pero el ejemplar tuvo poca duración y el tema no alcanzó mayores alturas.
Un buen sabor de boca dejó el joven matador hidrocálido José María Pastor, que sigue mostrando sus cualidades. El acero le impidió cortar alguna oreja, pues el trasteo al que cerró plaza estuvo impregnado de valor y buen trazo, siempre con entusiasmo.
Su primero tuvo poca duración, pero esto no impidió que Pastor demostrara tesón e instantes de clase al momento de ejecutar las suertes. Cabe mencionar que a lo largo de la tarde cubrió bien el segundo tercio de la lidia.