Banners
Banners
altoromexico.com
Banners

Anecdotario de Giraldés: El brillante de Gaona

Viernes, 30 Dic 2016    Tijuana, B.C.    Valeriano Salceda "Giraldés" | Opinión   
...Bueno llegó cierto día al billar donde estaba El Califa, que al...
Al empezar la primera década del siglo pasado, Saturnino Frutos "Ojitos" formó en León la Cuadrilla Juvenil Mexicana. En ella estaban Rodolfo Gaona, Pascual Bueno, Samuel Solís, Fidel Díaz, Prócoro Rodríguez, Antonio Conde… a todos les enseñaba Ojitos con la misma dedicación e interés. Y el que sobresalió inmediatamente fue Gaona.

La envidia -por la superioridad que había demostrado Rodolfo-, y la habilidad del banderillero español Enrique Merino "El Sordo" para hacer promesas a los integrantes de la cuadrilla, los convenció de lo importante que sería para ellos dejar a Ojitos, pues según él ya estaban preparados para salirle al toro y conseguir contratos con su ayuda.

Ante esta iniciativa, Rodolfo no hizo caso y siguió fiel a su maestro. Pocos meses después de que sus compañeros, en Puebla, abandonaron la Cuadrilla Juvenil, Gaona se presentó en El Toreo y acabó literalmente con el cuadro. Después viajó a España en el año de 1908 solamente con seis actuaciones en esa temporada, y con ello tuvo suficiente para demostrar que era un torero excepcional.

En 1911, siendo Gaona uno de los grandes ases del toreo, llegó a España su ex compañero Pascual Bueno, que seguía siendo novillero y fue uno de los que se habían separado del grupo.

Toreó Pascual algunas novilladas en plazas de provincia y gustó a la afición española. Se presentó en Madrid, tuvo éxito y volvieron a ponerlo en la desaparecida plaza de la carretera de Aragón… y superó lo hecho en la tarde de su debut. Le dijeron -¡y se lo creyó!- que era el mejor de los mexicanos.

A Rodolfo Gaona le gustaba jugar al billar. Pascuel Bueno llegó cierto día al billar donde estaba El Califa, que al verlo le dio la enhorabuena y no se esperó una respuesta como ésta: "Mira, Rodolfo, yo soy mejor que tú, que te quede claro". Gaona se rió, creyendo que se trataba de una broma de Pascual, y en vez de desmentirlo, éste se atrevió a repetir el disparate un par de veces más.

Ya molesto, Gaona le mostró el enorme brillante que llevaba en su mano izquierda, diciéndole: "Ya que eres mejor que yo, a ver cuándo te compras uno como éste". A lo que Bueno le contestó con arrogancia: "No tardaré mucho en comprarme uno más grande".

Gaona siguió siendo la gran figura. Pascual, pasado aquel buen momento, volvió a ocupar "su sitio"… en el montón. Cada vez que Rodolfo Gaona se lo encontraba, le hacía la misma pregunta con gran socarronería: "Oye, Pascual, ¿ya compraste el brillante?"


Comparte la noticia


Banners
Banners