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Ruedo: Triunfadores, al aniversario

Miércoles, 29 Dic 2010    México, D.F.    Heriberto Murrieta I Récord   
La columna de este miércoles

Cuando en la inauguración de la temporada Victoriano Valencia nos informó que Enrique Ponce regresaría a la Plaza México en el aniversario 65 del coso el próximo 5 de febrero, en principio nos pareció lógico, considerando el cartel de que goza en México el diestro español desde hace veinte años.

Sin embargo, en ese momento no calculamos que otros toreros extranjeros iban a triunfar rotundamente en la temporada (cosa que no logró el valenciano), convirtiéndose en candidatos naturales a formar parte del cartel de aniversario: Sebastián Castella, Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y Matías Tejela.

Todos ellos, con justa razón, quieren un lugar el 5 de febrero. Y sus argumentos son las orejas. Tienen merecimientos de sobra para ver anunciados sus nombres en la fecha más importante del calendario taurino americano. En este caso, el criterio que debe prevalecer es precisamente el de los triunfos. Puede que Enrique Ponce tenga más poder de convocatoria que Castella o Perera, pero quizá no más que Castella y Perera juntos, en estos momentos, en un mismo cartel, alternando con dos espadas mexicanos.
 
La empresa de Rafael Herrerías está resolviendo la confección de los dos carteles de aniversario, en uno de los cuales aparecerá el rejoneador Diego Ventura, quien debutó en México con el pie derecho, cortando un rabo a un toro de Garfias ante un lleno el sábado pasado en la "Santa María" de Querétaro. Ventura causará sensación en su presentación en la Plaza México el 16 de enero con toros de Rancho Seco y dejará un excelente ambiente, estamos seguros, para su segunda comparecencia en el fin de semana del aniversario.

¿Hilda se retira?

Hilda Tenorio escribió textualmente ayer en su cuenta de Twitter: “Está decidido, me retiro de los toros, ya no aguanto más, estoy harta de todo esto”. ¿Broma de mal gusto en el Día de los Inocentes o decisión debidamente meditada?, ¿harta de qué? Hilda siguió con lo mismo horas más tarde en la red social Facebook.

Apenas el domingo pasado durante nuestro programa dominical a través de Radio Fórmula, Alejandro Silveti y Ruiz Manuel hablaron ampliamente sobre las desventajas que tienen los hombres cuando alternan con toreras, y Alejandro incluso comentó que debería establecerse una categoría especial en que las mujeres alternen únicamente con mujeres.

Si fue una broma, Hilda Tenorio debió pensarlo dos veces antes de hacerla, considerando los atractivos planes que tiene para ella la empresa de la Plaza México en el futuro inmediato. 

Prosapia   

Recibimos el libro “Tradición Ganadera”, que cuenta la gloriosa historia de Mimiahuápam y las ganaderías que se formaron a su alrededor: Las Huertas, Jaral de Peñas, Montecristo, Cieneguilla, Arroyo Zarco, Real de Saltillo, Villa Carmela, Santa María de Xalpa y Torreón de Cañas. El libro viene a ser un merecido homenaje a la figura entrañable de don Luis Barroso Barona, fallecido a principios de este año. Don Luis le platica a Alberto Bitar que tentaba las vacas de dos años y medio para tres, y los machos al año y medio, retentando a los candidatos a sementales entre los tres y medio y los cuatro años. Y es que las vacas con más edad representan para los tentadores una prueba más exigente que las becerras.

También relata ese prohombre que fue don Luis, la odisea que significó enviar en barco la primera corrida de toros mexicanos para ser lidiada en España. Los toros se bajaron mucho en el trayecto, perdieron más de 150 kilos cada uno y pasaron más de un año reponiéndose en Los Alburejos, la finca de Álvaro Domecq en Andalucía. Finalmente se lidiaron en la plaza madrileña de Las Ventas el 22 de mayo de 1971 con un magnífico resultado, destacando la vuelta al ruedo al toro número 33, Amistoso, con 536 kilos. Esa tarde histórica actuaron Victoriano Valencia, Antonio Lomelín y José Luis Parada. La historia de Mimiahuápam con la familia Barroso concluyó con la injusta invasión de sus terrenos y la posterior venta del ganado, los libros, la divisa y el hierro a don Alberto Bailleres, su actual propietario.

Otros encierros mexicanos

Nos recuerda Xavier González Fisher que se han lidiado más corridas mexicanas en España, entre ellas una de Piedras Negras en San Sebastián el 21 de julio de 1929. El 11 de octubre de 1986 en Huelva se lidió un encierro completo de San Mateo. Partieron plaza José Ortega Cano, Tomás Campuzano y David Silveti. El 24 de mayo de 1987 en Madrid se lidiaron dos toros de San Mateo y dos de San Marcos, complementados con otros dos del hierro del portugués Samuel Lupi. Esa tarde confirmó su alternativa David, de quien escribió Vicente Zabala en las páginas de ABC: “Se aprecian buenas maneras en él. Quizá en otra tarde, con toros más propicios y con el temperamento más templado, podamos verle en toda su dimensión”.

Sin deschavetarse

Amado Ramírez, aquel personalísimo novillero que causara sensación en la Plaza México en los cincuenta, tiene ahora 79 años de edad. Cumplirá 80 el próximo junio. Imposible separar el dato anecdótico de los tres toros que dejó vivos la tarde de su confirmación de alternativa en febrero de 1955 en el coso metropolitano. Alberto Cossío “Patatero” fue quien enseñó a torear a este singular diestro, que ahora mismo tiene tres alumnos en la escuela de la Asociación de Matadores.

De entre los muchos textos que ha escrito, nos envió uno intitulado “La cura de la locura”, (¿es alusión personal, tratándose de “El Loco”?). En él, dice: “Además de caminarles a los toros, para torear con arte hay que usar las muñecas y tenerlas fuertes, flexibles y sobre todo, expresivas, porque ahí está el aroma que deja huella en la mente y el paladar del aficionado. Lo correcto es torear sin agotarse ni sudar la ropa”. Amado radica en Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México. 

Ídolo sacrificado

Hoy hace 70 años, el 29 de diciembre de 1940, el toro “Cobijero” le dio una cornada mortal a Alberto Balderas en el viejo Toreo de la Condesa. Después de que Mariano Rivera y Félix Romero habían adornado con las banderillas el morrillo de “Cobijero”, José González “Carnicerito” pidió permiso a la autoridad para iniciar la faena de muleta. De pronto, el toro de Piedras Negras hizo por él. Balderas, a quien le cosían el terno color amarillo canario que quedó roto por un rayón propinado por “Rayao”, el toro al que recién había mandado al destazadero, se acercó rápidamente con su capote a hacer el quite. Alocada carrera hacia una muerte heroica.
 
El burriciego le destrozó el hígado y un pulmón. Manuel González “Pinocho” salió corriendo con su capote y sujetó a Balderas por la cintura con el brazo derecho. El torero le echó el brazo izquierdo al cuello y así corriendo llegaron a la enfermería donde los esperaban los monosabios. Al soltarlo “Pinocho”, el agónico diestro se desplomó. Balderas ofrendó su vida por salvar la de un compañero. En la enfermería de la plaza murió el valiente espada.

A su funeral acudió un gentío. En la filmación, ya a colores, se aprecia a Juan Silveti, vestido de charro, en medio de los tumultos. Con verdadera pena, el pueblo de México rindió postrero tributo a su idolatrado torero.  


 


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