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Cómo ver el toro en la plaza

Viernes, 08 Feb 2019    Morelia, Mich.    Quetzal Rodríguez | Infografía: LM   
...Este manual abarca todo el ciclo del toro desde que llega a la...
Con el previo de "un manual imprescindible para los aficionados que aspiran a ser entendidos", este manual abarca todo el ciclo del toro desde que llega a la plaza hasta su muerte en el ruedo, completado, además, con aspectos colaterales de la lidia, pero importantes, como son: el posible dopaje, la relación entre el caballo de picar y el toro y la influencia de la epidemia de la lengua azul en la ganadería brava. 

La llegada del toro a la plaza comprende tres apartados que serán de utilidad para los veterinarios y quizá de menos interés para el aficionado: la documentación que ha de acompañar al toro durante el viaje, el desembarque y el pesaje. Incluye incluso documentos exigidos por la Junta de Andalucía como la guía de origen y sanidad pecuaria, el certificado de nacimiento, la declaración del responsable de la explotación ganadera, o la autorización sanitaria.

Para José Luis Prieto Garrido el reconocimiento en vivo del vacuno de lidia es quizás, la función más comprometida para los veterinarios, desde su perspectiva el profesional veterinario debe realizar su labor asesora asumiendo y teniendo siempre presentes las exigencias de la afición y muy especialmente en lo referente a la valoración del trapío y termina diciendo que ha de actuar: "como valedor de los que mantienen el espectáculo". 

Considera el autor que el reconocimiento sanitario ha de orientarse a siete puntos fundamentales: enfermedades, patologías, descenso testicular, visión, audición, cojeras y comportamiento psicomotriz. Se detiene nítidas explicaciones para el neófito en cada una de ellas. Después del reconocimiento sanitario viene lo que el profesor Prieto llama el: "reconocimiento exteriorista". 

En este ha de tenerse muy en cuenta los criterios básicos y los caracteres regionales que han de fijarse en los siguientes aspectos: cabeza, frente, encornadura, orejas, cuello, tronco, dorso, grupa, extremidades y aplomos, muslo, nalga y pierna, piel, pelo y mucosas, capas. Se detiene en cada uno de ellos, pero especialmente en la encornadura: conformación de los cuernos, pitones limpios, terminación en pico de pato, etc y culmina con el análisis de la sospecha de afeitado. 

En el libro, remitiéndose al reglamento en cuanto al sorteo y a la práctica en cuanto al enchiqueramiento, quedan perfectamente claros ambos procesos, el siguiente capítulo sobre marcado e identificación individual del toro de lidia lo inicia con un gráfico de los distintos tipos que vienen usándose de señales o marcas en las orejas y otro con el hierro de las ganaderías de la Unión de Criadores de Toros de Lidia en España.

Describe el herradero y la forma de llevar a cabo las muescas o señales identificativas de las orejas, describe entre otras, las regiones anatómicas y el exterior del toro de lidia definiendo los elementos de cada región: cabeza, cuello, tronco, extremidades, deteniéndose en los distintos términos referidos a la morfología del toro: acochinado, aleonado, alto de agujas, buen mozo, engatillado, enmorrillado, etc. 

Quizás un capítulo que pueda causar especial interés del libro sea el relativo a describir el concepto de trapío del toro de lidia, con dos conceptos a considerar en la valoración del trapío: el fenotipo y el genotipo. En el lenguaje taurino, según el autor, el fenotipo se conoce como sinónimo de trapío, belleza o proporciones armónicas. Por otra parte, el genotipo, en el argot taurino, es sinónimo de casta o raza.

El capítulo siguiente Prieto Garrido lo dedica a analizar las caídas del toro en la plaza y reconoce que es uno de los principales problemas de la Fiesta. Según el autor queda descartada como causa de las caídas la principal razón que venía manteniéndose desde hace tiempo: el exceso de consanguinidad como consecuencia de excesivos cruzamientos entre padres e hijos. 

La bravura del toro de lidia es objeto de una especial atención en el capítulo siguiente, refleja en el mismo la opinión de destacados especialistas, principalmente profesores veterinarios, sobre lo que se considera bravura y las motivaciones de la misma. La bravura del toro de lidia es un fenómeno multidimensional, con diez aspectos de comportamiento a considerar y sus respectivos descriptores opuestos: Movilidad-Falta de movilidad, Acometividad-Indecisión, Fijeza-Distraibilidad, Embestida al caballo con clase-Sin clase, Embestida a los engaños con clase-Sin clase, Fiereza-Docilidad, Nobleza-Sentido, Fuerza-Debilidad, Transmisión-Falta de transmisión, Crecerse-Decrecerse.

Un capítulo dedica al comportamiento del toro en la plaza que, lógicamente, en parte ha de ser reiterativo del capítulo dedicado a la bravura, Epígrafes como la bravura, la nobleza, la casta, la raza, el genio, la agresividad, la fijeza, el toro gazapón, el toro blando, el toro pronto, el toro rajado, el poder, etc. son aspectos sobre los que discurre el autor con evidente conocimiento. 

Más tarde analiza el estrés que puede sufrir el ganado con el traslado desde la dehesa a la plaza, entre tanto se extiende también en el desencajonamiento, bien sea en los corrales de la plaza o en el ruedo. Finalmente dentro de ese exhaustivo estudio del comportamiento del toro entra a estudiar el comportamiento en cada uno de los tercios de la corrida, para dedicar un apartado especial a la estocada.

Con dos apéndices, el reglamento taurino de Andalucía y el diccionario del toro, se cierra este libro, que sin duda es de gran interés y utilidad para el aficionado y seguramente también para profesionales veterinarios que quieran introducirse en este mágico mundo de la Tauromaquia.

Bibiografía:

Prieto Garrido, José Luis. "Como ver el toro en la plaza".  Almuzara. Córdoba. 2006.


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