Y como siempre ha sido un hombre activo, este cumpleaños no es otra cosa que seguir "por aquí dando guerra", así que desde temprano se fue a trabajar a su tienda, esa miscelánea a la que hace años puso por nombre "La divisa", lo que no podía ser de otra manera.

"Me siento bien, aunque ya son muchos años. He tenido algunos problemas en uno de mis pies, y es por eso que sólo estoy abriendo la miscelánea por las mañanas. El doctor me ha dicho que repose y que me la lleve tranquilo", dijo Gustavo.

Gustavo todavía rememora con añoranza su viaje a España, aquel que hizo en 1986, cuando llevó los toros de San Mateo y San Marcos que se lidiaron en varias plazas, incluida Las Ventas de Madrid, en el marco de la Feria de San Isidro de 1987. Esa larga travesía en barco, de más de tres semanas de duración, fue uno de sus grandes logros dentro de su profesión como caporal.

El reconocimiento del que gozó durante esos meses que estuvo en España al cargo de los toros, sigue presente en quienes le conocieron, pues su estampa gallarda, con un sello tan mexicano, no pasaba inadvertida.

Acompañado de su familia en pleno, Santanero sigue siendo un ejemplo de enorme afición que se acrecienta con el paso del tiempo.