Al mediodía de este martes, el matador Antonio Romero recibió el alta hospitalaria y abandonó el Sanatorio Durango, de esta capital, luego de la intervención a la que fue sometido el pasado viernes y en la que le retiraron la colostomía en el proceso de "reconexión".

La recuperación ha sido positiva durante los últimos días y los intestinos del torero han respondido adecuadamente

"La evolución es favorable y el intestino trabaja normalmente hasta ahora. Hoy mismo viajo a Zacatecas para seguir mi recuperación y estaré visitando al doctor en el Hospital Militar cada 12 días durante dos meses", comentó Antonio Romero a su salida.

En cuanto a los plazos, los médicos le han indicado al torero que, si todo continúa en el mismo tenor positivo, podría estar en condiciones de retomar sus entrenamientos en un periodo de tres semanas y hacerlo de manera normal.

Agradecido, Antonio Romero sentenció: "Agradezco infinitamente a todos los que han estado pendientes de mi salud. Gracias a la Asociación Nacional de Matadores por todo el apoyo y a la afición por las muestras de cariño hacia mi persona".