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"Inolvidable" pánico en La Chona

Miércoles, 08 Feb 2017    Aguascalientes, Ags.    Landín-Miranda | Foto: Alcina     
El peor susto se lo llevó Adolfo Ramírez, en la puerta de toriles
Un toro de la divisa de Arroyo Zarco fue el protagonista de un hecho inusual que tuvo lugar el domingo pasado en la plaza "La Macarena" de La Chona, donde se llevó a cabo la segunda y última corrida de la Feria de la Candelaria en medio de un gran ambiente.

Los hechos sucedieron de la siguiente manera:

Joselito Adame
saludó una cariñosa ovación en el tercio cuando terminó la lidia del primero de su lote (corrido en tercer lugar), y en seguida, salió al ruedo Arturo de Anda, el monosabio encargado de mostrar el cartelillo en el que anunciaba la salida del cuarto de la tarde, que correspondía a Enrique Ponce.

En los chiqueros aún quedaban tres ejemplares, los más hechos y seguramente más calientes por el tiempo que llevaban en la penumbra. Entonces, se abrieron las dos puertas al mismo tiempo: la metálica que sirve como boca del túnel que viene de las corraletas, y la de añejo mezquite, que a su vez, y como parte del entablado, da el paso a los toros al ruedo.

Por el pasillo cruzó como un relámpago el cuarto de la tarde, y a través de las fisuras y rendijas de los tablones del quinto cajón, el cárdeno llamó la atención a su paso del quinto que esperaba salida, que se abalanzó sobre su puerta y la hizo añicos: rompió cerrojos y tablones y se lanzó al pasillo cinco metros detrás de "Primoroso".

En esos segundos, Adolfo Ramírez, el torilero, diligentemente cerró la puerta sin darse cuenta que a sus espaldas venía a toda velocidad "Inolvidable" que debía salir en quinto lugar.

El toro colorado llegó hasta el final del túnel y se encontró al monosabio cerrándole el paso, con el pitón derecho le enganchó de la pretina del pantalón, lo mandó por los aires y lo brincó limpiamente hasta el otro lado de las tablas. El ejemplar se desentendió de la presa y giró a su izquierda y comenzó a correr por dentro del entablado causando el pánico generalizado en un callejón que lucía un llenazo similar al de los tendidos.

Impulsados por resortes activados por el miedo, todo mundo se tiró de clavado al ruedo ante la algarabía y regocijo de más de 4 mil espectadores que veían como el callejón se limpiaba de apoderados, novilleros en retiro y en activo, representantes de todo, directivos, mozos ayudas y auxiliares de los ayudas, fotógrafos de cámara y de celular, periodistas de medios de verdad y ficticios, amigos, parientes y bienhechores de los toreros, uno que otro colado y un etcétera larguísimo, como largo se hizo el recorrido por tres cuartas partes del anillo.

Inició el periplo junto a la puerta de cuadrillas, donde Carlos "El Ratón" Montes y José Delgado, el taxidermista, cayeron de bruces en la arena (solo magulladas y raspones), el ejemplar pasó frente al burladero de los médicos de plaza y continuó su loca carrera, antes del burladero de matadores se pusieron a buen recaudo del otro lado del tablero Mariano del Olmo, Óscar Hernández el camarógrafo y Pedro Gutiérrez "El Capea" sin mayor problema.

Sin la misma suerte, a Charly Lara le pasó por encima el ejemplar como una aplanadora, le despojó de su flamante cámara 4K y hasta después de un buen rato, un aficionado considerado se la regresó empolvada y raspada, pero gracias a dios, funcionando, para seguir disfrutando de sus magníficas grabaciones a lo largo y ancho de nuestra república.

Al llegar a los burladeros de la prensa local, atiborrados de parroquianos con engomado en el pecho, se encontró con Tadeo Alcina, Pepe Pelayo, Adrián Sánchez y Adaao Reyes (empolvados e ilesos), Gabriel Nájera (cornada cerrada en la pantorrilla), el picador César Morales (un puntazo en el muslo, se quedó internado en la Clínica de Guadalupe hasta esta mañana), Víctor “El Profe” Gutiérrez (esguince en ambas muñecas), Bernardo Patrón (fuerte hematoma en la cintura), Sergio y Alexis Reyes (golpes contusos).

Mientras tanto, "Inolvidable" se abría paso por el concurrido pasillo, quienes saltaban al ruedo lo hacían a ciencia y paciencia de que, dentro del ruedo, corría de un lado a otro "Primoroso", lo que también representaba un peligro añadido.

Por fin abrieron la siguiente puerta de servicio y los dos ejemplares estaban ya en la arena. Después de unos minutos, se regresaron a los chiqueros ambos ejemplares para repetir la salida del cuarto de la tarde. La corrida siguió su curso normal, vino el recuento de lesionados y al final del festejo, el servicio médico encabezado por el doctor Carlos Hernández, sólo reportó la atención de cinco personas, ninguno de ellos herido de consideración.


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