Aunque todavía no podemos calificar como figuras a los Saldívar, Adame, Silveti o Sánchez, en la Temporada Grande capitalina quedó claro que la renovación de la baraja de toreros mexicanos ya es una realidad y que el relevo generacional está próximo a darse.

Una clave de su éxito fue que, amén de sus excelentes cualidades, todos ellos se han formado en España. Por poner un ejemplo, Juan Pablo Sánchez perfeccionó la técnica allá pero no se olvidó del temple lento que caracteriza al toreo demorado de acá. Con despaciosidad cautivó durante la tarde de su confirmación de alternativa en La México. Diego Silveti también se hizo como novillero en España, pero cuando se encontró aquí con un gran toro de Los Encinos, arrimó el alma y puso el sentimiento del toreo a la mexicana en una faena memorable.

Sonó la hora del recuento. De buenas a primeras, en la corrida inaugural Arturo Saldívar "madrugó" a Diego Silveti obsequiando un toro de San Isidro al que le cortó merecidamente las orejas y el rabo. La palabra "voracidad", utilizada en esta columna para describir aquella acción, incomodó al entorno del jabato de Aguascalientes. Semanas después, su decisión de no comparecer el 5 de febrero fue respetable, pero ¿existe alguien que la pueda entender?

Joselito Adame, lidiador variado y bullidor, cubrió tres fechas y entró en el ánimo de la gente. Fermín Rivera se convirtió en la revelación de la temporada con un estilo seco, ciertamente bajo de temperatura pero desprovisto de chabacanerías. En dos tardes posteriores, no encontró Fermín toros a modo para secundar el triunfo obtenido ante un buen colaborador de Villa Carmela. El espectacular Uriel Moreno "El Zapata" tuvo marcados claroscuros: deslumbró en su primera tarde, anduvo irreconocible en la segunda y en la tercera se dejó seducir por el toreo para la galería, resultando herido. Alejandro Talavante, artista libérrimo, mago de la inventiva, sobrecargó de adornos la primera de sus actuaciones, pero más tarde supo dosificarlos y encontró la medida, tan importante en todos los órdenes de la vida. Confirmó Talavante que encaja perfectamente con nuestro toro. José Mauricio es la clase y el buen gusto, un torero fino que podrá dar mucho más cuando alcance la madurez.

Ante la avalancha de jóvenes valores, a Zotoluco le siguen alcanzando los blasones para mantenerse como la máxima figura, aunque seguimos pensando que con toros de ganaderías distintas a los que últimamente elige, brillaría mucho más su granítica tauromaquia. ¿Se lo imaginan, por ejemplo, con el buen lote de Cuatro Caminos o los bravos toros de Los Encinos?

El Juli derrochó poderío y valor en su imponente actuación del aniversario 66 del coso metropolitano. Tras una más que digna confirmación en Madrid, Fermín Spínola conquistó un rabo en su única tarde y anotó su nombre en la lista de los triunfadores mexicanos del serial. Y sin importarle que la campaña agonizaba, Fabián Barba dio un toque de atención cortando tres orejas en el último festejo.

En la corrida 18 se despidió Alberto Preciado, la máxima figura de los subalternos.

Con respecto al rejoneo, Pablo Hermoso de Mendoza tuvo una brillante actuación con su toreo elegante y clásico. Mientras tanto, su antagonista Diego Ventura también triunfó con procedimientos más acelerados que los del mítico caballista navarro. Ambos centauros provocaron grandes entradas.

Materia prima

En cuanto a los toros, destacaron principalmente "Buen Mozo" de San Isidro; "Charro Cantor" y "Príncipe" de Los Encinos; "Piamonte" de La Estancia; "Tradición" de Xajay; "Clavellero" de Barralva; "Cumplido" de Montecristo y "Conchito" de Cuatro Caminos. El primero de enero, todos los toros de San Marcos fueron al caballo, lo que en estos tiempos debe ser considerado como un verdadero acontecimiento.

Pero para no variar, las ganaderías comerciales exigidas por las figuras extranjeras -cumplidoras de  la ley del menor esfuerzo- tiraron el teatrito, apostando por un toro descafeinado sin presencia ni bravura. Los ases ultramarinos no quieren entender que con esos animales no llegarán ni a la esquina. Lo peor es que esta tendencia no se ve para cuando pueda cambiar.

Minotauro 432

La Peña 432 entregará el "Minotauro 432" a lo mejor de la Temporada Grande el jueves 26 de abril en el Hotel Presidente Intercontinental. Desde los desaparecidos Trofeos Domecq, no se había creado una premiación con tanta categoría como la que están organizando Joaquín Ordoñana y sus compañeros peñistas, taurinos pensantes que anhelan una Fiesta cada vez más digna y profesional.