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Hace 70 años falleció Alberto Balderas (fotos)

Miércoles, 29 Dic 2010    México, D.F.    Tadeo Alcina I Foto: Archivo     
El Torero de México vio la última luz en la Toreo de la Condesa

Un día como hoy, 29 de diciembre, pero de 1940, murió en la arena del Toreo de la Condesa el llamado “Torero de México”, Alberto Balderas, 70 años de que uno de los toreros más queridos de nuestro país diera el paso a la eternidad

Las características que definen el toreo de Balderas son el pundonor, la raza, la valentía. Aunque si bien es cierto que en un principio por su arte y elegancia se le designaba como el sucesor de Rodolfo Gaona, con el tiempo su toreo dio un cambio radical para transformarse en el torero al que la afición siempre veía con agrado por su desmedida entrega.

Hizo como suyos el quite de la mariposa, las gaoneras, los galleos y adornos con las banderillas. Tenía un variado y vistoso toreo de muleta, mientars que con la espada era certero. Era lo que se dice un torero completo.

No era poseedor de la inteligencia taurina del maestro Fermín “Armillita”, ni de las genialidades de Lorenzo Garza, ni destilaba el arte de Jesús Solórzano, o el sello indiscutible de Luis Castro “El Soldado”; la línea que siguió en el toreo no fue otra que la difícil entrega incombustible de entregarse cada tarde.

El sobrenombre del  “El Torero de México” se lo ganó en un concurso celebrado el 15 de marzo de 1936 en un mano a mano con Lorenzo Garza con toros de San Mateo.  Esa tarde le ganó la partida al de Monterrey y de ahí su digna adjudicación.  Ya en la temporada  1932-1933, “La Porra” ya le había acogido con la distinción de ser su torero. Esa misma temporada gana la Oreja de Oro.

Una de las tardes más importantes de su carrera fue el 22 de enero de 1939 cuando, en mano a mano con el maestro Fermín, le cortó las orejas y rabos a todos sus toros de Piedras Negras.

La tarde del 29 de diciembre de 1940 es una de las fechas más aciagas  del toreo mundial. El tercer toro de la tarde, "Cobijero", de Piedras Negras, que correspondía a José González  “Carnicerito de México”, le dio la trágica cornada que le destrrozó el hígado y terminó con su vida.

A las 17:43 horas, moría en la enfermería del Toreo de la Condesa uno de los toreros más queridos por la afición de México, pero nacía la leyenda.


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