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El Profesor Jirafales y su faceta taurina

Miércoles, 01 Jul 2020    Monterrey, N.L.    Martín Banda | Foto: Archivo   
Rubén Aguirre fue cronista y luego dio vida a un personaje entrañable
La mesera del restaurante del hotel donde se hospeda "El Profesor Jirafales" no se daba abasto con llenar una y otra vez la tacita de café que esta vez le invitamos a Rubén Aguirre, famoso por su personaje de la serie de televisión "El Chavo del 8" (1971-1992), creada por Roberto Gómez Bolaños "Chespirito".

Sabía de antemano a lo que iba al concertar la entrevista. Lo que jamás imaginé fue, que, en efecto, me daría una cátedra de tauromaquia, pues sabrán ustedes que además de ser profesor de "El Chavo", se recibió también en la vida real como Ingeniero Agrónomo y ejerció por muchos años la carrera de cronista taurino en radio y televisión, siendo también gerente de la Monumental Monterrey en la época del empresario César Garza.

Reconocimos en don Rubén Aguirre a un apasionado del toreo, a un ferviente defensor de la fiesta brava y un libro abierto para todo aquel que quiera empaparse con sus múltiples enseñanzas.

Y si a esto le agregamos que, en su conversación, el humor y la gracia están apenas por encimita, es obvio imaginar que pueden pasar las horas sin tener tiempo siquiera de echar un vistazo al reloj, bueno, siempre y cuando el café "como el que le prepara doña Florinda" en la vecindad, no se agote en la cafetera del restaurante donde nos reunimos.

Así estábamos platicando de su vida y de su carrera como cronista, cuando una llamada telefónica entró al celular de este reportero.

Un sinfín de anécdotas

Nacido en Saltillo, Coahuila, en 1934, y casado con doña Consuelo, a quien conoció en un festival taurino y con quien contrajo nupcias hace 40 años, padre de siete hijos y abuelo de 15 nietos, Rubén Aguirre es un fiel aficionado desde pequeño a los toros y seguidor de su paisano, Fermín Espinosa "Armillita".

El Profesor Jirafales, nuestro entrevistado, El Chori o simplemente Rubén, como también le gusta que lo llamen, cuenta anécdota tras anécdota que en la mayoría de las ocasiones nos desata la risa. Y así como si fueran saliendo del chiquero una por una, como los toros en una corrida, comienza con la primera.

"Me acuerdo cuando debutó la ganadería de los Hermanos Armilla, Juan, Zenaido y Fermín, esto sucedió a principios de los años cincuentas en Tijuana, y entre otros toreros actuaba José María Martorell.

"Un cronista se acerca y le pregunta a Martorell ¿qué le habían parecido los toros de Armillita Hermanos? Y le responde con su acento andaluz: "mire usté, los toros de Armillita son negros como Juan, ciegos como Zenaido y saben tanto como Fermín…".

El Profesor Jirafales, quien mide 1.95 m. de estatura, cuenta que de niño jugaba al toro con sus amigos del barrio y no faltaba a quienes les gustaba hacerla ‘de toro’.

Ah y porqué no, como todo torero que sueña con ser triunfador a los 8 o 9 años, también recibían sus trofeos que consistían en ‘orejas de parafina’, moldeadas en una gran cuchara de aluminio.

Y así como narra su afición desde que su padre lo llevaba a los toros, cuenta El Chori que ya de grande ha tenido la oportunidad de conocer a mucha gente que defiende la Fiesta, como el escritor Ortega y Gasset, así como también a muchos que están en contra de ella.

"Temo que la Fiesta va perdiendo adeptos, que va quedándose en un rezago y veo que hay más gente que no le gusta, que gente que sí le gusta, como era al revés allá por los años treintas, cuarentas y cincuentas, en que había más aficionados a los toros.

"Como que nos hemos agringado mucho y tenemos muchas tendencias de los ingleses que rechazan la Fiesta brava y su rechazo para mí es idiota. Ellos ven simplemente el hecho de matar al toro, cuando todos sabemos que el toro se tiene que morir para comérnoslo y lo hace ya sea en una plaza de toros con toda dignidad, que en un asqueroso rastro de cualquier pueblo a consecuencia de un criminal hachazo o marrazo.

Otros dicen que no solamente muere, sino que se le tortura y se le pica, cosa que para mí son argumentos absurdos… habría que entrar en materias más profundas para que la gente conozca bien antes de hablar", señaló.

Tesis de la tauromaquia

Cuenta que siendo estudiante de la Escuela particular de Agricultura de los hermanos Escobar, en Ciudad Juárez, Chihuahua, la tesis que le dio su título se basó en "La cría y explotación del ganado de lidia".

El director se opuso a que presentara ese tema, pero él, viendo que para las demás materias no había sido muy bueno, decidió hacer una investigación relacionada con la gente que trabaja en torno al toro bravo, aceptándole el director, al final, la tesis a regañadientes.

Esa fue su gran faena… se documentó, viajó a varias ganaderías, tomó fotografías y expuso su tema. Como los sinodales no sabían nada de toros, al final fue aprobado por unanimidad y le dieron el título.

"Siento que hice trampa porque era una afición que yo tenía y todo lo que sabía de toros para mí era una delicia. Cuanta cosa caía en mis manos, un disco, una película, un libro, etcétera, era la maravilla del mundo. Por eso hice mi tesis de toros y gracias a ello es que soy agrónomo".

Otra de sus anécdotas es aquella en sus mocedades cuando, como estudiante, celebraban festividades en algún lienzo charro o plaza de toros que alquilaban.

"En uno de ellos tuve la enorme suerte de que salió como auxiliar en mi cuadrilla Luis Briones Luis de seda y oro, imagínate nada más que Luis me hizo el favor de salir como peón de confianza, eso fue algo hermosísimo tener a alguien como él atrás de mí diciéndome por dónde le diera…".

Su ingreso a la radio y la televisión

Más tarde, siguiendo en Ciudad Juárez, pidió trabajo en una estación de radio diciendo que era cronista taurino, ¡sin antes haber narrado una corrida de toros!

"La verdad que desde niño en el cuarto de baño las transmitía, imitaba a un locutor y siento que desde entonces ya tenía esa pasión y me gustaba".

Luego pasó por la XESJ de Saltillo y más tarde, presumiendo de lo mismo, pero ya con más conocimiento, ingresó a la XEFB de Monterrey, donde don Jesús Quintanilla le permitió transmitir las corridas de toros desde la Plaza Monterrey.

Luego ingresó al Canal 3 como cronista taurino y más tarde, ya encarrilado y cuando la temporada había terminado, decidió emprender su primer viaje a España para grabar corridas de toros que luego transmitía al público de Monterrey.

Nadie creía en él en su momento, hasta que apareció Tequila Sauza, por conducto del rejoneador Felipe Zambrano, quienes le patrocinaron su primer viaje. Fue tal el éxito que al año siguiente la propia Cervecería Cuauhtémoc lo contrató pagándole todo el viaje y la estancia de casi ocho meses.

"Fue una experiencia maravillosa, conviví con muchos toreros españoles y mexicanos, fui al campo bravo y grabé todas las ferias importantes desde Valencia en marzo, hasta la del Pilar en Zaragoza en octubre, pasando por Sevilla y los sanfermines. En 1964 fui el único cronista mexicano en filmar la alternativa de El Cordobés, aquella tarde en que solo las grandes revistas y periódicos como Life, Le Monde y el New York Times, entre otros, acapararon los 40 pases que dio el Ayuntamiento.

"Yo entré de milagro gracias a un pase que me concedió el alcalde de Córdoba, quien se compadeció de mí, diciéndole que me iban a correr del trabajo si no llevaba esa grabación. Fue un honor haber estado en el callejón, en el palco de la Excelentísima Diputación".

Cabe destacar que el 22 de mayo de 1970, Rubén Aguirre fue el primer cronista taurino en la historia que transmitió una corrida vía satélite de Madrid a México, siendo esta la confirmación de Manolo Martínez en Las Ventas, de manos de Santiago Martín "El Viti" y Palomo Linares, con el toro "Santanero" de Baltasar Ibán, la cual se hizo bajo muchas presiones estando a punto de romperse a cada momento el encanto de esa transmisión.

Su visión del a Fiesta en el año 2000

Conocedor y admirador de Pepe Alameda, más que de Paco Malgesto, los grandes maestros de la crónica taurina, Rubén Aguirre contesta con tal conocimiento de causa.

"La Fiesta actual no me gusta, la veo un poco alicaída, veo que hay una falta de respeto muy grande para los toreros, para la Fiesta en sí, de parte de las empresas y los periodistas que se prestan anunciar becerros por novillos y novillos por toros.

Es una falta de respeto al público y eso hace que se aleje la gente de los toros”.

Comenta Aguirre que le gustaba mucho el toreo clásico de Manolo Martínez y reconoce que Eloy Cavazos vino a darle otro cariz a la Fiesta, con su alegría sin igual.

"Manolo toreaba tan bien por arriba que, por abajo, pero su repertorio lo limitó mucho. Al final lo perfeccionó de tal modo que no extrañábamos otras cosas. En cambio, Eloy hizo por la Fiesta mucho más porque metió a parte de esos que ya estábamos en la plaza, a 100 mil aficionados más… para mí esa es la aportación de cada una de estas dos cumbres del toreo. Hubo otros como Curro Rivera y Mariano Ramos, pero no tenían el distintivo, ni la fuerza que tuvieron los primeros dos".

Lamenta que los novilleros se hagan matadores gracias a padrinazgos, sin tener los méritos suficientes para destacar y, peor aún, reprocha que las figuras de ahora, como los de entonces, sigan escogiendo sus toritos cómodos, aparte de no sortear.

"El día que nos propongamos a dignificar la Fiesta, los toreros van a tener que apechugar con las corridas incómodas, los ganaderos enviando toros en puntas y bien criados, con trapío, peso y edad, y los periodistas a no recibir dádivas por hablar bien de fulano, de perengano y los aficionados, por ser buenos críticos desde el tendido. Lo que veo es que es tan fuerte la corrupción y tan graves los males que afectan actualmente a la Fiesta, que veo difícil que se pongan de acuerdo todos para dignificarla", puntualizó.

Habla también de su preocupación por los ecologistas aliados con el próximo presidente de la república, Vicente Fox y su intento de acabar con la Fiesta.

"A mí me parece una verdadera estupidez, primero porque es una de las tradiciones más hermosas que tenemos en el país. Es como si quisieran prohibir las charreadas porque se maltrata al caballo con las espuelas y el fuete. ¿Por qué no prohíben mejor las peleas de box donde dos seres pensantes tienen como objetivo aniquilarse uno al otro, tirarlo al suelo y hacerlo perder el conocimiento por lo menos durante diez segundos? Hay quienes lo pierden para siempre y para eso hay una lista de boxeadores muertos, eso sí me parece una salvajada.

En una plaza de toros tu oyes gritos de ¡torero, torero!, hay ambiente bonito, mujeres bonitas y claveles. En el box, en cambio, tu oyes los gritos de ¡mátalo!, ¡acaba con él!, hay peste y sudor y tantas cosas tan diferentes que vives en los toros.

"Veo un gran peligro con los ecologistas y ojalá sepamos defender eso. Ojalá que quienes manejan la pluma y el micrófono tengan la inspiración suficiente como para imponerse sobre quienes nos quieren privar de esta hermosa fiesta”.

Se refirió también a la mujer en los toros, alabó su labor, dijo que de vez en cuando es bueno que surjan toreras como Conchita Cintrón, Cristina Sánchez y Mari Paz Vega, porque atraen la gente a las plazas, pero también, recalcó que "no me emocionan como toreros".

Y no podía dejar de hablar de Julián López "El Juli y Pablo Hermoso de Mendoza, entre otros, toreros arrasadores en las plazas mexicanas: "El chiste de todo esto es que El Juli y Pablo no son mexicanos, eso es lo que a mí me duele. Necesito un Juli mexicano, un Pablo mexicano, alguien que dignifique la Fiesta en México y que le dé un levantón a nuestra Fiesta. Estamos esperando esos que van a traer gente nueva. El Juli viene y se lleva todos lo dólares del mundo por unas cuantas corridas, ¡no!, Yo quiero que se quede ese dinero aquí. Necesitamos sangre nueva, la sangre nueva que yo veo viene muy arropadita, esos no van a traer la gente a la Fiesta de los toros".

Recomienda que para ser cronista taurino es necesario no hacer estrecha amistad con los toreros, ganaderos y empresarios... "Tuve muy pocos amigos como cronista; uno no debe intimar mucho con toreros, ganaderos, ni con nadie. Uno de mis mejores amigos en los toros es Rafael Antillón (fotógrafo ya también fallecido) a quien considero como un hermano y mis hijos lo llaman tío. Tu como cronista no podías tener amigos a un Manolo o a un Eloy, ya que esa amistad te obliga a taparles muchas cosas…. Cuando eres cronista profesional ni te les arrimes. Yo jamás me arrimé con ninguno, menos aceptar un billete, así tenía libertad de hablar francamente y hasta de equivocarme, por eso nadie me pudo reclamar nada, por que nadie me dio nunca un peso, un pase o me invitó una copa", señaló.

Rubén Aguirre falleció el 17 de junio de 2016, pero su recuerdo pervive en varias generaciones que disfrutamos con su gran personaje de "El Profesor Jirafales", aquel que sabía imponer tanto respeto, pero también tanta nobleza.


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