El carnaval taurino de Autlán de la Grana es el más importante de México, tanto por el número de corridas que se celebra, como por el relieve de unos carteles que generan magníficas entradas de un público muy entusiasta, compuesto por familias que disfrutan del espectáculo.

Autlán vive sus tradiciones con una pasión muy especial desde por la mañana, con el llamado "toro de once", convertido ahora en un rodeo profesional; por la tarde con sus "corridas formales" y, por la noche, con la variedad de los artistas que se presentan en la plaza "Alberto Balderas", cuya logística de acondicionamiento y limpieza tiene su grado de complejidad.

Y si acaso se echa en falta que el ruedo tuviera un diámetro mayor, pues apenas mide 29 metros y la lidia suele complicarse en determinadas ocasiones, la intimidad y cercanía de los acontecimientos se magnifican. De tal manera que la emoción aumenta cuando los toros embisten y las cosas salen bien.

En dicho sentido, hay que apuntarle un destacado triunfo a la ganadería de Los Encinos, que lidió dos corridas muy buenas, sobre todo la del lunes 11, que fue todavía más completa que la del sábado 9, y en la que se lidiaron varios toros de nota alta.

Destacó sobremanera "Oye Poco II", un ejemplar al que Juan Pablo Sánchez le cuajó una soberbia faena, la mejor de todo el ciclo, indiscutiblemente. Y aunque quizá pensó en cortar un rabo, bien pudo haber puesto a consideración del público y de la autoridad el indulto del este ejemplar, que hubiera valido como semental.

También a Sergio Flores le tocó otro magnífico toro de Los Encinos, de nombre "Cirileño", al que toreó bien pero sin cuajarlo como se hubiese esperado. El tlaxcalteca ha toreado mucho y no se puede dar el lujo de dejar pasar oportunidades como la que le ofreció la clase de ese toro para gustarse y ofrecer una dimensión más profunda"

De los trece toros que lidió en Autlán, doce procedían de distintos sementales, lo que se traduce en un amplio abanico de vigor genético que confirma la regularidad tan significativa que está teniendo la divisa queretana. Eduardo Martínez Urquidi se mantiene fiel a un concepto de seriedad y bravura que lo ha distinguido desde que comenzó como ganadero, algo digno de destacar hoy día.

Otro de los hechos puntuales del carnaval 2018 fue la emoción que hubo en la corrida del martes 13. Los rejoneadores tuvieron que sobreponerse a la adversidad, y también los Forcados Queretanos, que realizaron varias pegas de mucho mérito a los complicados y correosos toros de San Martín. La actuación de Andy Cartagena tuvo tintes de épica tras esa aparatosa caída que ha cortado de tajo la parte final de su exitosa temporada mexicana.

Antonio Mendoza dio una rotunda demostración de vocación torera, ya que se jugó el físico sin miramientos. El michoacano tiene un valor muy sereno y una gran claridad de ideas para andar delante de la cara del toro. Ojalá que le den más oportunidades.

Para todo aquel que se precie de ser un buen aficionado, la cita obligada en carnavales ir a ver toros a Autlán de la Grana. Sí que merece la pena bajar hasta el sur de Jalisco.