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Especial: La importación en Jaral de Peñas

Sábado, 17 Jun 2017    CDMX    Marysol Fragoso | Especial   
El ganadero Juan Pedro Barroso aporta datos sobre este hecho

En este 2017 se llega a dos décadas de que un grupo de ganaderos mexicanos realizó la importación de ganado español, tanto en animales como en pajillas de semen y en embriones. Aquel año se cerró la frontera para la importación y hasta ahora no se ha vuelto a abrir.

Es por ello que la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, reconoce el trabajo de ese grupo de socios de la misma que logró un refresco de sangre para sus dehesas.

Entre esos criadores se encuentra Juan Pedro Barroso, propietario de Jaral de Peñas. La ganadería cuyos toros lucen la divisa con los colores obispo, amarillo y blanco. Barroso Díaz Torre es uno de aquellos hombres que tomaron el riego para invertir en aquella odisea de volver a traer toros de lidia del otro lado del Atlántico como en su momento lo hicieron a inicios del siglo pasado los propietarios de las que fueron las casas fundacionales de la cabaña brava mexicana.

Ahora que Jaral de Peñas se encuentra en boyantía con encierros que destaca tanto por su trapío cuanto por el estupendo juego que presenta en las plazas, también ha dado pie al surgimiento de otras dehesas, ya que de acuerdo a datos proporcionados por el propio ganadero, desde que su padre, don Luis Barroso Barona fundó Jaral de Peñas, han vendido más de 900 vacas y 130 sementales para ser pie de simiente de otras ganaderías y desde luego entre esos ejemplares se encuentran los 17 toros que han sido indultados.

Tal es el caso de “Tío Julio” al que se le perdonó la vida durante la más reciente Feria de San Marcos en Aguascalientes. Ese ejemplar, lidiado por Diego Silveti, ya se encuentra padreando en la ganadería de un gran amigo de la familia Barroso, pues es ya propiedad de Isaac García, dueño de La Macarena.

Desde luego que a lo largo de 20 años ya han muerto las 17 vacas de Torrestrella, Jandilla y Juan Pedro Domecq que fueron importadas en 1997, pero aún queda en la ganadería queretana un extenso un banco de semen y de embriones. Con ello, tras veinte años de selección, Juan Pedro Barroso Díaz Torre considera que ha definido un toro que tiene transmisión y bravura pero al mismo tiempo, conserva la calidad, la nobleza y el ritmo del toro mexicano.

El trabajo ha sido largo pero en correspondencia ha obtenido una muy satisfactoria recompensa, toda vez que en cada plaza que se lidian los toros de Jaral de Peñas en los tiempos recientes ha obtenido el reconocimiento de los profesionales y del público, además de los premios más destacados de cada ciudad.

Por ejemplo, en el mencionado serial sanmarqueño, el encierro lidiado fue galardonado por varios grupos taurinos con el premio a la mejor corrida. Además, el premio al mejor toro de la feria, que fue para “Cudillero”, y desde luego del indulto de "Tío Julio". En puerta tiene por lidiar ocho corridas para la próxima temporada.

 


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