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Una docena de frases sinceras...

Martes, 21 Ene 2020    CDMX    Redacción | Foto: Landín-Miranda   
Macías estuvo a punto de retirarse pero recibió una señal de Dios
Arturo Macías habla con el corazón en la mano. Dice lo que siente, lo que piensa. Y siempre se sincera. Su lucha dentro de los toros ha sido constante prácticamente desde que murió su padre, cuando tenía ocho años de edad. Aquel terrible accidente de coche lo dejó huérfano, a la deriva con el inmenso cariño de su madre y su hermana, a las que se aferró para seguir adelante.

Y desde entonces, siendo un chiquillo, soñó con emular la vocación torera de su padre, que la canalizó como aficionado práctico y juez de plaza. Sin mayor relación que algunos pocos amigos de la familia, y un entorno taurino, como el de la ciudad de Aguascalientes, se echó el atillo al hombro para comenzar una gran aventura que el próximo domingo tiene una cita importante, quizá la más importante de todas.

En esta entrevista sin preguntas, sólo con respuestas, frases sueltas, rotundas, Arturo Macías resume lo que ha sido la cornada más complicada de su vida, la que lo puso al borde del retiro:

"He vivido un calvario porque esta cornada me cambió la vida por completo, como persona y como torero".

"Cuando dejé las muletas tuve que aprender a caminar otra vez porque el pie no se movía".

"Entrenaba y me caía al girar porque se me doblaba el pie".

"Pasé más de tres meses sin dormir; tenía fuertes dolores, estaba angustiado y abatido".

"Hablé con mi mujer, mi madre y mis hijos, porque llegó un momento en que ya había tomado la decisión de retirarme".

"Le pedí a Dios que me enviara una señal... y me la mandó. Una llamada de Alberto Aguilar, que tuvo un percance similar, me abrió la puerta de la esperanza".

"Comencé un proceso de asimilación que días después se transformó en agradecimiento a Dios".

"Aprendí a moverme con el aparato, a hacer las cosas despacio, a mentalizarme delante de los toros para poder torear con soltura".

"Cuando me sentí capaz, puse la mente en la Plaza México, la que me ha dado todo. Ahí era donde quería reaparecer porque es el pilar de mi carrera".

"Ahora voy comprometido a triunfar, a sentir, a hacer de cada muletazo una emoción profunda que espero haga vibrar a la gente".

"Sé que Antonio Corbacho se hubiera sentido orgulloso de mí porque él estaba acostumbrado a los retos difíciles".

"Hoy he vuelto a ser un hombre feliz. ¡Estoy lleno de vida!".


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