Decidido inició su actuación recibiendo a porta gayola al tercero de fuerte embestida teniéndose que tirar hacia un lado para evitar ser arrollado; el toro fue pronto al caballo tras ello instrumentó chicuelinas al quitar y banderilleó con deseos de agradar.
Se dobló ganando terreno luego las series derechistas de menos a más intercalando una regular con la izquierda, cuando se disponía a torear por alto el toro amplio de cuna se lo llevó por delante, se vivieron momentos angustiosos por el celo del animal el cual le dio una paliza bárbara, francamente creemos que le salió barato; metió un espadazo entero que tardó en hacer efecto entonces sonó un aviso antes que se le concediera la oreja.
Tras ser atendido por el cuerpo médico se repuso para enfrentar al sexto con el que ejecutó lances suaves a pies juntos, quitó por navarras empezando el trasteo por alto para seguir sobre la mano diestra toreando con desahogo en principio sin ajustarse, después lo hizo y subió de tono la faena por la manifiesta voluntad, dejó estocada delantera y caída suficiente para que viniera la petición y el otro apéndice.
Angelino tampoco se salvó de ser empitonado por su segundo defectuoso de cuerna, con el que se desenvolvió bien al lancear y llevarlo con chicuelinas al paso para la pica; quitó por saltilleras y junto con su hermano Gerardo adornaron el morrillo siendo aplaudida esa labor. Bajó más la temperatura y molestó el viento cuando el matador intentaba por el derecho, resbaló en la cara del toro que lo cogió por la corva quedando colgado del pitón aunque sin penetrar le produjo una posible lesión de rodilla.
Visiblemente adolorido volvió a la carga con coraje ahora por el lado izquierdo, pinchó dos veces antes del espadazo definitivo siendo llamado a recorrer el redondel.
José Luis echó bien el capote abajo saludando a su primero antes de estirarse en un par de verónicas. El de Vista Hermosa fue bien al caballo luego ejecutó el torero un quite por chicuelinas y revolera. Se hizo aplaudir en el tercio de banderillas antes de tomar la tela roja, el toro llegó con cierta aspereza teniendo que aguantarle mucho estableciendo paréntesis por algunas ráfagas, ya poco hubo entonces entró a matar para un metisaca, pinchazo hondo y descabello, hubo palmas para toro y torero.
El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza dejó poca huella esta tarde, empezó encelando al de San Pablo que abrió plaza con poca presencia y de juego regular, el caballista se destacó en banderillas largas ya luego a toro parado clavó cortas y un par a dos manos; falló en incontables ocasiones con el rejón de muerte escuchando un aviso seguido de pitos.
También tuvo poca presencia el cuarto procedente de Marrón al que le clavó rejón contrario, al cambiar el tercio se apagaron algunas lámparas, así a media luz y con medio toro su actuación fue similar con las banderillas, enseguida pinchó una vez con el rejón mortal dejando la mitad en el segundo intento para retirarse en silencio.