Patricio no tiene antecedentes taurinos en su familia, solamente su abuelo que era aficionado, pero no era amigo de toreros o ganaderos. Su padre iba de vez en cuando a los toros, según afirma: "A mí de niño me gustaban mucho las vacas lecheras y mi papá tenía un libro de Fernando Botero de óleos taurinos y todas las tardes lo hojeaba y me quedaba fascinado con aquellas láminas".

Por allá del año 1992 fue con sus hermanos mayores a una corrida de toros y regresó a casa con un trajecito de luces, un capote y una montera y ahí se enganchó a esta pasión, y así fue como comenzó a aficionarse cada vez más.

"Cuando tenía unos siete años, don Felipe Frausto estaba repartiendo volantes de una escuela taurina a la salida de una corrida y le pedí a mi mamá que me llevara a tomar clases, quería aprender a torear, y en el año de 1999 debuté en un festival como niño torero".

En en el año 2005, Pons comenzó a entrenar de manera formal con los matadores Victor Pastor, padre e hijo, y fue con ellos con los que afinó sus conocimientos sobre la técnica para tratar de convertirse en profesional. Debutó como novillero el 15 de septiembre de 2008, al salir de la preparatoria, y sólo toreó otras dos novilladas picadas en Puerto Vallarta.

"No lo vi claro, la verdad. Siempre le he tenido mucho respeto a esto. Fui muy autocrítico y decidí hacerme a un lado y tratar de seguir toreando como aficionado práctico. A fin de cuentas, torear es lo que más me gusta en el mundo, así que por ahí he podido canalizar mi sentimiento torero, en los festivales, vestido de corto, procurando hacer bien las cosas. Hasta ahora, he podido torear unos 120 festejos".

Años más tarde se recibió como abogado en el ITESO de Guadalajara, aunque no ejerce en esta profesión, pues trabaja en una comercializadora. Todos los fines de semana que su trabajo me lo permite los destino a los toros: voy a una corrida, acudo a un tentadero o a matar un novillo a puerta cerrada, torear un festival, o simplemente a ensayar con mis amigos el toreo de salón o a ver videos taurinos.

"He tenido oportunidad de torear en plazas importantes y eso me llena de orgullo. Ahora voy a torear este festival en solitario y estoy muy ilusionado porque es la primera vez que un aficionado hace algo así, y me encuentro responsabilizado. Van dos novillos de Bernaldo de Quirós, que ha sido alguien muy cercano en mi formación; otro más de Teófilo Gómez, ganadería y familia con la que tengo una amistad muy bonita, y otro más de Xalmonto, de Pablo de Haro, de otro encaste que no he toreado mucho, como es Piedras Negras, pero que me ha permitido triunfar al haber cortado un rabo a un ejemplar de esta divisa. Así que le tengo mucha fe a la ganadería de Pablo. Tienen un peso promedio de 330 kilos".

Patricio está muy agradecido con el matador Alejandro del Olivar por la organización de estos eventos, por su profesionalidad y cariño que pone en esta labor, que dicho sea de paso, ha sido muy importante en la historia taurina de México, ya que ha habido extraordinarios aficionados prácticos que han toreado con seriedad y mucha entrega.